Traición de unos comandantes 1762
De Todoavante.es
El secretario de Estado y del Despacho de Marina e Indias don Julián Manuel de Arriaga, de igual forma que se notó su firmeza en la sentencia del Marqués del Real Transporte por la pérdida de la Habana, volvió a influenciar cuando el suceso de las tres galeotas, las Golondrina, Brillante y Vigilante, pues las dos primeras abandonaron a la tercera dejándola sola ante un enemigo superior de buques argelinos, mostrándose implacable comentó con S. M., si se permitían estos actos sin un duro castigo, la disciplina de la Armada quedaría muy relajada y eso sólo, era causa de perder buques sin razón ninguna.
Solo se cebó con los de las dos primeras, pues los terceros cumplieron con su obligación llegando al máximo de su capacidad combativa, por ello más no se les podía pedir. De los primeros algunos fueron dados de baja en la Armada y a los prisioneros movió todo los hilos posibles para ser puestos en libertad, por contra a alguno, los más destacados en el combate se les ascendió regresando al servicio, pero a los heridos graves después de reponerse, les concedió una pensión para regresar a sus casas y vivir más tranquilos, en este último caso eran casi todos marineros.
Los nombres de los inculpados a su vez ha sido imposible saberlos, quizás solo quedó el acta del castigo y con ello se dio por concluido el proceso.
A esto se le podrá llamar como se quiera, pero no deja de ser un acto de justicia en toda regla.
Bibliografía:
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895-1903.
Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.
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