Recalde (1911)
De Todoavante.es
Construcción:
Los cuatro cañoneros de la clase Recalde fueron proyectados en el Plan Naval de 1908, con un presupuesto de seis millones de pesetas. Fueron construidos en Cartagena por la Sociedad Española de Construcciones Navales.
La quilla del Recalde se colocó el 25 de septiembre de 1909, botado el 13 de enero de 1911 y fue el primero de los cañoneros en ser entregado a la Armada, en el verano de 1911.
Desplazaba 811 toneladas. Medía 65,45 metros de eslora, 9,1 de manga y 2,90 de calado. Tripulado por 130 hombres.
Disponía de dos máquinas verticales de triple expansión, construidas en Cartagena, dos calderas Yarrow, construidas por la Sociedad Española de Construcciones Metálicas, dos hélices. Alcanzaba los 1.200 caballos de potencia a tiro forzado y una velocidad de 13,5 nudos.
Con una capacidad de almacenar 160 toneladas de carbón, tenía una autonomía de 3.000 millas a consumo económico de 10 nudos.
Armado con 4 cañones Vickers de 76 mm, 2 en el castillo y dos en la toldilla, y dos ametralladoras Vickers de 7 mm.
Historial:
Sus primeras pruebas de mar las realizó entre el 29 de abril y el 3 de mayo de 1911. Entregado oficialmente a la Armada el 15 de julio de 1911, el cañonero salió de Cartagena rumbo a Cádiz al mando del capitán de fragata don Rafael Bauzá. Cargó municiones y partió con destino a Larache. Fue visitado por el rey Alfonso XIII en el puerto de Pasajes a finales del mes de agosto de 1911.
Comenzó sus servicios en aguas del litoral africano, realizando numerosos servicios de armas contra los rebeldes y cruceros entre Melilla, Ceuta, Tánger y Málaga, donde solía recalar para reponer carbón. El 6 de noviembre de 1911 bombardeó posiciones enemigas en las inmediaciones de Alhucemas junto al acorazado Pelayo y al crucero Princesa de Asturias.
Los cañoneros Recalde, Laya y Bonifaz bombardearon los aduares de Alcazarseguer y Punta Malabata el 16 de junio de 1912. En compañía del cañonero Laya bombardeó las posiciones rebeldes de Beni Urriagel el 7 de septiembre de 1912. El 27 de noviembre de 1912 realizó una demostración de fuerza junto a la escuadra en Río Martin, frente a Jalifa.
Los cañoneros Recalde, Lauria y el crucero Reina Regente destruyeron los restos del cañonero General Concha, embarrancado en la costa rebelde. El cañonero Concha había varado a causa de la niebla en la playa de Busicu, cerca de Alhucemas, el 12 de junio de 1913. La tripulación era hostigada por los rebeldes, que provocaron 14 muertos, 17 heridos y 11 prisioneros. El Recalde participó en el rescate de los cuatro marineros evadidos. A las tres de la mañana del 15 de junio de 1913 llegó a Cádiz con los supervivientes del cañonero varado, 35 hombres. El 30 de junio evacuó a los dos últimos prisioneros, que habían sido entregados a los españoles.
Los cuatro cañoneros eran prácticamente iguales. Para distinguirlos se pintaron en julio de 1915 un zuncho de veinte centímetros de ancho en lo alto de la chimenea del Laya, dos en el Bonifaz, con treinta centímetros de separación, tres en el Recalde y cuatro en el Lauria.
Mientras el cañonero Bonifaz apoyaba el 16 de abril de 1921 con su fuego el avance de la columna de Carlos Castro Girona desde la desembocadura del Uad Lau a las posiciones de Kaseras, Targa y Tiguisatz, el cañonero Recalde protegía a los mercantes encargados del aprovisionamiento.
Por Real orden de 11 de enero de 1922 se dio su mando al teniente de navío don Tomás de Azcárate García de Lomas. En la primavera de 1922 bombardeó las posiciones enemigas en Sidi-Dris y Afrau, donde se habían concentrado los rebeldes. Procedente de Alhucemas regresó a Melilla el 1º de abril de 1922 al mando del capitán de fragata don Álvaro Vivián.
La mañana del 25 de agosto de 1922 zarpa de Melilla para situarse frente a la posición de Afrau, con el acorazado Alfonso XIII, el crucero Cataluña, el portahidros Dédalo, el destructor Bustamante, el cañonero Laya, el cazatorpedero Audaz y los patrulleros Uad Martín y Alcázar.
El septiembre de 1922 escolta al vapor Gandía, que lleva víveres, agua y ropas al campamento de Axdir. Por los peligros del viaje, los tripulantes del mercante se negaron a realizar la misión, tripulándolo varios marineros del Recalde. El 1º de noviembre de 1922 se concede su mando al capitán de fragata don Luis Noval y Celis.
Organizadas las fuerzas navales a comienzos de 1924, las del Norte de África quedaron al mando del contraalmirante don Eduardo Guerra Goyena, formadas por los cruceros Cataluña y Extremadura, los cañoneros Recalde, Laya, Bonifaz y Lauria, los patrulleros Alcázar, Arcila, Tetuán, Larache, Guarich, Xauen, Uad Muluya, Uad Kert y Uad Martín y el remolcador Gaditano.
Formando parte de las Fuerzas Navales del Norte de África, mandadas por el contraalmirante Guerra Goyena, participó en las operaciones navales del desembarco de Alhucemas en septiembre de 1925.
Dado de baja el 31 de diciembre de 1931.
Bibliografía:
Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.
Cervera Cervera, Pascual.: “La Marina y su colaboración en el Ejército de Tierra en Marruecos”. Revista Ejército. Nº 395. Diciembre 1972.
Diarios ABC, La Correspondencia Militar, La Época, El Sol, La Vanguardia, La Voz.
González, Marcelino.: 50 Barcos españoles. Fundación Alvargozález. Gijón, 2009.
Martín Tornero, Antonio.: “El desembarco de Alhucemas. Organización, ejecución y consecuencias”. Revista de Historia Militar. Año XXV, nº 70. Madrid. Servicio Histórico Militar, 1991.
Rubio Márquez, David.: “Los cañoneros del Plan de Escuadra de 1908”. Revista General de Marina. Abril 2013.
Semanario Vida Marítima.
Todoavante ©