Osorio y de Vargas, Francisco de Paula Biografia

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Biografía de don Francisco de Paula Osorio y de Vargas


Brigadier de la Real Armada Española.

Secretario de Estado y del Despacho Universal.


Orígenes

Vino al mundo en la ciudad de Sevilla en 1762, siendo sus padres don Juan de Osorio y Osorno, Maestrante de Sevilla y Alcalde noble de Manzanilla y, doña Casilda de Vargas y Martínez.

Hoja de Servicios

A los quince años, el 18 de agosto de 1777, sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz. Expediente N.º 1.571.

Al terminar sus estudios preliminares, se le ordenó embarcar el 16 de octubre de 1778, para realizar sus prácticas de mar en el navío San Isidro, realizando cruceros entre los cabos de Santa María y San Vicente, en la típica comisión de protección de la recalada del tráfico marítimo procedente de ultramar.

Participando posteriormente en la campaña contra el Reino Unido, incorporado su buque a la escuadra al mando del general don Luis de Córdova, el 6 de enero de 1780 recibió la orden de trasbordar al navío San Francisco de Asís, trasbordando el 14 siguiente al jabeque San Luis, participando en los combates del gran bloqueo de Gibraltar, estando a las órdenes del brigadier don Federico Gravina, en el apostadero de Algeciras donde fue notificado de su ascenso a alférez de fragata con fecha del 3 de junio siguiente.

Recibió la orden de trasbordar al jabeque Caimán, al regresar al apostadero de uno de sus cruceros, se le entregó la Real orden del 16 de septiembre de 1781, siendo ascendido al grado de alférez de navío, quedando desembarcado en el apostadero.

El 10 de enero de 1782 se le ordenó embarcar en la balandra Colector, realizando comisiones del bloqueo, hasta el 8 de octubre siguiente por serle ordenado trasbordar de nuevo al navío San Isidro, participando el 20 siguiente en el combate del cabo de Espartel, entre la escuadra española al mando del general don Luis de Córdova y la británica a las del almirante Howe, en el que por ir forrados de cobre los cascos de los británicos, nunca se pusieron a tiro de los españoles y estos estuvieron privados de poderles dar alcance.

En palabras del mismo almirante Howe, admiró: «…el modo de maniobrar de los españoles, su pronta línea de combate, la veloz colocación del navío insignia en el centro de la fuerza y la oportunidad con que forzó la vela la retaguardia acortando las distancias.» El combate tuvo una duración de cinco largas horas.

Permaneció en su navío de destino hasta el 12 de mayo de 1783, por recibir la orden de trasladarse al Arsenal de Cartagena, siendo incorporado a la expedición contra Argel al mando del general don Antonio Barceló de este año, regresó la escuadra y al año siguiente de 1784, volvió a repetirse el bombardeo de la misma plaza, al regreso de esta segunda y por recomendación de su general, se le entregó la Real orden del 15 de noviembre continuo, con su ascenso al grado de teniente de fragata.

Fue destinado al Arsenal de Ferrol, permaneciendo hasta el 8 de julio de 1786, por recibir la orden de embarcar en la urca Amalia, zarpando rumbo a Cádiz, de donde se hizo a la vela de nuevo con rumbo a Montevideo, quedando destinado en este apostadero por el tiempo establecido de tres años, embarcando en la fragata Nuestra Señora de la O al cumplir el plazo regresando a la bahía de Cádiz, fondeando el 30 de junio de 1789.

El 8 de julio de 1790 se le ordenó embarcar en el navío Bahama, al regreso de uno de sus cruceros se le entregó la Real orden del 11 siguiente con su ascenso al grado de teniente de navío, quedando desembarcado el 13 de septiembre continuo, por ser destinado a los Batallones de Infantería de Marina.

El 21 de enero de 1793, embarcó de transporte en la fragata Santa Rosalía con rumbo a Ferrol, al arribar se le dio la orden de embarcar en el navío San Hermenegildo, insignia del jefe de escuadra don Federico Gravina, pasando con su escuadra de cuatro navíos al Mediterráneo, donde se unió a la del general don Juan de Lángara y aliada a la británica del almirante Hood, siendo designado Ayudante del Mayor General de ella a las orden del brigadier don Ignacio María de Álava, permaneció durante toda la campaña de Tolón contra los republicanos franceses, viéndose obligados a reembarcar y abandonar el puerto por el imparable avance de los convencionalistas.

Al terminar estas operaciones trasbordó al navío Reina Luisa, con toda la Mayoría de la escuadra para realizar el corso contra las regencias norteafricanas en aguas del Mediterráneo, en uno de cuyos combates apresaron a la fragata Iphigenie de pabellón francés. Como se podrá comprobar, se intentaba estar en todas partes.

Pasó a Mahón, permaneciendo un tiempo, hasta que toda la Plana Mayor embarcó de transporte en el navío Pelayo, con rumbo a la bahía de Cádiz donde fondeó el 27 de julio de 1795, donde su general tomo el mando de la escuadra, embarcándose en el navío Purísima Concepción con la Plana Mayor, pero el general decidió enarbolar su insignia en el Santísima Trinidad, por ello volvió a trasbordar toda la Plana Mayor, zarpando la escuadra con rumbo al Mediterráneo hasta ser firmada paz de Basilea el 22 de julio de 1795.

Se le destinó al Departamento de Cartagena, de donde zarpó el 1 de febrero de 1797 a bordo del navío Santísima Trinidad, insignia de la escuadra española al mando del general don José de Córdova, participando en el infausto combate naval del 14 de febrero, teniendo una actuación destacadísima en el llamado combate del cabo de San Vicente, donde fueron apresados cuatro navíos españoles, siendo dos de ellos de tres baterías.

Por orden de su general trasbordó la plana Mayor el mismo 14 de febrero a la fragata Diana, de donde unas horas después lo hicieron sobre el navío Conde de Regla, arribando a la bahía de Cádiz el 3 de marzo siguiente, recibiendo la orden de desembarcar el 12 continuo.

El 25 de abril siguiente recibió la orden de embarcar en el navío Conquistador, al mando del don Cosme Damián Churruca, perteneciente a la escuadra del general don José de Mazarredo, recibiendo la Real orden del 3 de agosto seguido, por haber sido nombrado Ayudante Secretario de la Capitanía General del Departamento de Cádiz, pero no conforme con ello elevó recurso que le fue admitido y rectificado, prosiguiendo sus servicios a bordo del navío, permaneció en su destino hasta recibir la Real orden del 25 de octubre continuo por la que era nombrado Ayudante Secretario de la Comandancia General de la Habana.

Pero no parece que ocupara el cargo anterior, pues pidió licencia para viajar a los baños de Graena, siéndole concedida por espacio de cuatro meses, comenzando el 4 de septiembre de 1798, se reincorporó el 1 de mayo de 1799, siendo destinado como segundo Ayudante de la Capitanía General del Departamento de Cádiz, destino en el que permaneció hasta el 12 de noviembre de 1800, por recibir la orden de embarcar en el navío Firme, como oficial de órdenes de la escuadra del Departamento, permaneciendo en su puesto hasta el 26 de diciembre siguiente por recibir la orden de desembarcar.

Se le otorgó el 4 de febrero siguiente el mando del cañonero número 7, perteneciente al apostadero de Santi Petri, participando muy destacadamente en los ataques a los buques de la Marina Real que ejercían el bloqueo de la bahía de Cádiz, permaneciendo en su mando hasta el 8 de marzo continuo, por ser elegido segundo Ayudante Secretario de la Capitanía General del Departamento.

Por Real orden del 5 de octubre de 1802, se le ascendió al grado de capitán de fragata, el 4 de marzo de 1804 se le ascendió a primer Ayudante, permanecía en su puesto cuando se produjo el alzamiento nacional del 2 de mayo de 1808 contra el invasor napoleónico.

Al estar en este destino participó muy activamente al mando de una batería del Arsenal, en el combate contra los restos de la escuadra francesa de Trafalgar que al mando del almirante Rosilly se encontraba pronta a zarpar en la bahía de Cádiz, pero al pasar de aliados a enemigos se enfrentaron a ella y en los combates que se dieron entre los días 9 á 14 de junio de 1808, terminando al rendirse.

Junto a su general comandante del Departamento de Cádiz don Juan Joaquín Moreno, salieron en postas el 18 de julio con destino a Sevilla, donde en el mes de agosto fue destinado a las órdenes del jefe de escuadra don Francisco Javier Uriarte, en la Junta de Inspección, donde permaneció hasta el 5 de octubre siguiente, al regresar a la bahía de Cádiz retornó a su cargo en la Secretaría del Departamento.

Por Real orden del 23 de febrero de 1809, se le ascendió al grado de capitán de navío, recibiendo otra Real orden fechada el 3 de enero de 1810, siendo nombrado Secretario de la Dirección General de la Armada.

Por Real decreto del 19 de abril de 1813, la Regencia de España por ausencia de su Monarca, le nombró Secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina, pasados unos meses se le concedió en propiedad el cargo, por ello el 30 de mayo siguiente, por haber abandonado la capital de España el rey intruso, en el mes de diciembre próximo pasado y saber estar asegurada Madrid por el ejército español se desplazó con la Regencia, Gobierno y Cortes, desde Cádiz a la capital de España.

Acudió el Presidente de la Regencia, el Cardenal Borbón a Valencia a recibir al rey don Fernando VII, a los pocos días de desembarcar en la ciudad, dictó el Real decreto del 4 de mayo por el que S. M. tomaba el poder absoluto, siendo abolida la Constitución y ordenando en el mismo meter en prisión a los Regentes, diputados y otras eminentes personas, obligando a Osorio a cesar en su cargo de Secretario de Marina y de Estado, quedándose en Madrid sin destino.

Pasando a ocupar por Real orden del 18 de noviembre de 1814, el cargo de Ministro Tesorero del Consejo Supremo del Almirantazgo, cuya presidencia ocupaba el Infante don Antonio, permaneciendo en este alto cargo, hasta serle entregada la Real orden del 30 de mayo de 1815, notificándole su ascenso al grado de brigadier.

Quedando de nuevo sin destino en la capital, pero incluso por sus tendencias constitucionales con vigilancia, se mantuvo en esta insegura posición hasta el 1 de enero de 1820, cuando se pronunció el general Riego en Cabezas de San Juan, actitud que fue secundada en varias ciudades españolas, siendo obligado don Fernando VII a jurar la Constitución de 1812, el 7 de marzo siguiente.

El nuevo Gobierno le ascendió en el mismo año al grado de jefe de escuadra, siéndole concedida la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, por tener cumplidos todos los requisitos de ella y nombrado Consejero de Estado con plaza.

Pasó a ocupar interinamente la Capitanía General de Castilla la Nueva, más tarde por Real decreto del 18 de enero de 1822 se le nombró Secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina, pero por diferencias de criterios presentó la dimisión.

El 6 de marzo de 1823 fue nombrado Comandante General del Departamento de Cádiz, permaneciendo hasta el 22 de mayo siguiente, por haber sido nombrado de nuevo por Real decreto del 18 anterior Secretario de Estado y del Despacho de Marina.

Se incorporó a la Corte en la ciudad de Sevilla, desde donde acompañó al Rey a la ciudad de Cádiz, donde sufrieron el bloqueo ejercido por los ‹Cien mil hijos de San Luis›, hasta el 1 de octubre al ser vencida toda resistencia, el Rey se trasladó al cuartel general del duque de Angulema, encontrándose asentado en la población del Puerto de Santa María, donde le fueron devueltos sus poderes absolutos y por Real decreto de éste mismo día todo regresaba a la situación del 7 de marzo de 1820, cuando el Rey fue obligado a jurar la Constitución, la cual como consecuencia de este R. D. quedó abolida.

Siendo cesado en sus cargos y para evitar los desmanes de los primeros momentos, se desplazó a Gibraltar donde esperó a mejor momento, el cual llegó por los varios indultos concedidos y principalmente por la gran defensa que sobre su persona hizo el capitán general de la Real Armada don Juan María de Villavicencio, eso sí, primero tuvo que pasar por el juicio de purificación del que salió con un cierto orgullo personal, pero nadie le pudo quitar ni restar los once meses de prisión mientras se decidía la justicia.

Tampoco pudo evitar ser degradado por existir una Real orden de S. M. por la que se anulaban todos los ascensos obtenidos durante el Trienio Liberal, por ello pasó a su grado anterior de brigadier.

Quedando en situación de disponible en el Departamento de Cádiz, donde falleció el 2 de julio de 1830 en su casa en la misma ciudad, cuando contaba con sesenta y ocho años de edad, de ellos, cincuenta y tres de muy honrosos servicios a España.

Bibliografía:

Aragón Fontela, Miguel.: La Rendición de la Escuadra Francesa de Rosilly (14 de junio de 1808) Cuaderno Monográfico del Instituto de Historia y Cultura naval, N.º 55. Madrid, 2007. Págs. 67 a 90.

Barbudo Duarte, Enrique.: Apresamiento de la escuadra francesa del almirante Rosilly en la bahía de Cádiz, el 14 de junio de 1808.

Enciclopedia General del Mar. Garriga, 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo, 40, 1919, páginas 898 y 899.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

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