Victoria (1753)
De Todoavante.es
Se ordena la puesta en grada de su quilla el 2 de mayo de 1752 bajo la advocación de Santa Gertrudis, y construida según el sistema de Jorge Juan. Era gemela de la fragata Hermione. Botada en la La Carraca al mediodía del 26 de septiembre de 1753 (13 de junio según Rodríguez González).
Queda pertrechada el 13 de octubre y fondeada en Puntales. Desplazaba 617 toneladas y medía 67 codos y 5 pulgadas de eslora, 56 codos y 8 pulgadas de quilla, 18 codos y 3 pulgadas de manga, 7 codos y 4 pulgadas de puntal, 7 codos y 14 pulgadas de plan. Artillada con 26 cañones de a 12 libras. En abril de 1754 se encuentra fondeada en Puntales al mando del capitán don Luis de Córdoba, señalando su comandante varios defectos encontrados en la fragata.
En 1754 zarpa de Cádiz con las fragatas Hermiona, Flecha y la fragata mercante Purísima Concepción, todas al mando del capitán de navío don Luis de Córdoba. Las fragatas Victoria y Flecha debían sustituir en Cartagena de Indias a los buques del jefe de escuadra Pedro Mesía de la Cerda en el corso de Tierra Firme. Regresó a Cádiz en diciembre de 1757.
Realizó nueva travesía al Caribe a comienzos del año siguiente. Procedentes de Cartagena de Indias y la Habana llegan a Cádiz en abril de 1758 las fragatas Victoria, Jasón y la polacra mercante Santo Cristo de Santa Cruz. En 1761 zarpa de Cádiz y a primeros de enero de 1762 llega a Buenos Aires al mando del teniente de navío don Carlos José Sarriá con órdenes para el gobernador don Pedro de Cevallos para que sitiase la plaza de Colonia de Sacramento y la tomase por la fuerza. El 18 de marzo de 1762 entra en Montevideo con pertrechos de guerra.
El 6 de enero de 1763 se encuentra en el puerto de la Colonia de Sacramento, Uruguay, cuando bombardean la plaza el navío británico de 60 cañones Lord Clive y la fragata de 40 Ambuscade, capitán William Robarts, además de otras nueve buques, entre ellos la fragata portuguesa Gloria, escuadra que se encontraba al mando del capitán Robert MacNamara.
La fragata Victoria integraba la flotilla del teniente de navío don Carlos José de Sarriá, compuesta además por el mercante armado Santa Cruz, propiedad del comerciante Mendinueta y el aviso Don Zenon. Según Cevallos, el teniente Sarriá se comportó cobardemente al barrenar su fragata ante fuerzas superiores. Lo cierto es que las baterías españolas estaban casi silenciadas cuando el navío británico se incendió y estalló, mientras que Sarriá es arrestado por Cevallos y absuelto en el consejo de guerra celebrado en 1766. Del Lord Clive sólo se salvaron en el incendio 78 de los 340 tripulantes, mientras el resto delos buques, muy dañados, se retiraron a Río de Janeiro.
