Furor (1897)
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Construcción:
El ministro de Marina Beránguer contrató el 23 de diciembre de 1895 la construcción de dos cazatorpederos en los astilleros Thomson de Clydebank. Se había autorizado su construcción el 15 de abril de 1895. Recibieron los nombres de Furor y Terror.
Inspirados en los británicos clase “A” o tipo “27 knotters”, eran unos torpederos grandes y de condiciones marineras limitadas. La quilla de los dos buques fue colocada el 1º de noviembre de 1895. El Furor fue botado el 7 de agosto de 1896 y entregado el 16 de diciembre de ese año.
Desplazaba 380 toneladas. Medía 69,79 metros de eslora, 6,80 de manga, 4,20 de puntal y 3 metros de calado. Su tripulación era de 65 a 75 hombres.
Disponía de dos máquinas de triple expansión, cuatro calderas Normand y dos hélices, alcanzando una potencia de 6.000 caballos y una velocidad de 28 nudos. Tenía una autonomía de mil millas y capacidad de embarcar 96 toneladas de carbón.
Armado con dos cañones Nordenfelt de 75 mm, dos Nordenfelt de 57 mm y dos ametralladoras Maxim de 37 mm, todos de tiro rápido, además de dos tubos lanzatorpedos de 356 mm.
Historial:
Zarpó con el Terror desde Falmouth rumbo a España el 27 de enero de 1897. Cuando aún se encontraba en grada, el 4 de abril de 1896 se nombró comandante del buque al teniente de navío de 1ª clase don Diego Carlier Velázquez.
Tras permanecer un tiempo en el Mediterráneo, los cazatorpederos Terror y Furor pasaron a Cádiz para limpiar sus fondos en el mes de julio de 1897. Concluidas las obras, se incorporaron a la escuadra de instrucción del almirante Bermejo.
A finales de agosto de 1897 se produjeron varios incidentes en las costas de Marruecos con ataques y saqueos a varios buques mercantes. El Gobierno decidió en esta ocasión enviar al cañonero Cuervo y después al cazatorpedero Furor.
El contraalmirante Bermejo dejó el mando de la escuadra al ser nombrado ministro de Marina. El 30 de octubre de 1897 se hizo cargo de la Escuadra de Instrucción el contraalmirante don Pascual Cervera y Topete, anterior ministro de Marina. El día 27 de noviembre de 1897 zarpó de Cádiz la Escuadra de Instrucción rumbo a Levante y al mando del contraalmirante Cervera y Topete, compuesta por el crucero Vizcaya, insignia, Almirante Oquendo, Infanta María Teresa y Colón. La flotilla de los tres cazatorpederos quedó en Cádiz hasta terminar de limpiar sus fondos, uniéndose posteriormente a la escuadra en Santa Pola, donde iniciará nuevas maniobras.
Estas maniobras estuvieron programadas entre el 27 de noviembre y el 22 de diciembre de 1897 para adiestrar a las dotaciones y probar los cañones. Unidos los tres cazatorpederos y otros tres torpederos salidos de Cartagena, se programaron varios ejercicios, destacando los ataques nocturnos de los torpederos. En ministro de Marina le recomendó a Cervera ahorrar combustible y proyectiles, realizando unas maniobras muy escasas, pero lo suficiente para que Cervera se diera cuenta del estado lastimoso de los buques, sobre todo la artillería. De hecho, sólo pudo hacer dos disparos por pieza de grueso calibre, mientras la escuadra norteamericana gastaba una millonada en ejercicios navales. Después de los ejercicios de tiro, comenzaron las maniobras de escuadra, aislados y en combinación con los cazatorpederos Terror, Furor y Destructor y los torpederos Ariete, Rayo y Azor. Finalizadas las maniobras, la escuadra entró en Alicante el 23 de diciembre, y pocos días, el 28 de diciembre, llegó a Cartagena.
En el mes de febrero de 1898 se formó la 1ª División de torpederos, formada con los cazatorpederos Terror, Furor y Plutón y los torpederos Ariete, Azor y Rayo. Zarparon de Cádiz el 12 de marzo de 1898 con la escuadra de Cervera rumbo a las Antillas. El cazatorpedero Furor era el buque insignia de la división, mandada por el capitán de navío don Fernando Villaamil. En Cabo Verde se completó la escuadra con los buques salidos de la Habana, entrando en Santiago de Cuba, donde la escuadra quedó bloqueada por los buques norteamericanos del almirante Sampson.
Villaamil, al mando de los dos cazatorpederos que le quedaban, al haberse quedado el Terror en Puerto Rico, propuso lanzar un ataque nocturno con torpedos. En vez de esto, salieron con la escuadra a plena luz del día, siendo destruidos el 3 de julio de 1898 en el combate de Santiago de Cuba.
Aunque su casco era de acero, no tenían blindaje y fueron presa fácil para los buques norteamericanos. En el buque encontró su muerte el capitán de navío don Fernando Villaamil, comandante de la escuadrilla de cazatorpederos.
Aclaración: El combate de Santiago de Cuba no se describe, porque ya lo está en la biografía de D. Pascual Cervera y Topete, y para no repetir por su extensión, si se quiere leer de principio a fin, solo hay que clicar en la biografía de don Pascual.
Bibliografía:
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Risco, Alberto. La escuadra del almirante Cervera. Madrid, 1920.
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