Rodriguez de Arias y Fernandez de Villavicencio, Rafael Biografia

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Rafael Rodríguez de Arias y Fernández de Villavicencio Biografía


Óleo de don Rafael Rodríguez de Arias y Fernández de Villavicencio. Vicealmirante de la Real Armada Española. Ministro de Marina. Senador Vitalicio.
Rafael Rodríguez de Arias y Fernández de Villavicencio.
Cortesía del Museo Naval. Madrid.


Vicealmirante de la Real Armada Española.

Ministro de Marina.

Senador Vitalicio.

Orígenes

Vino al mundo en la población de San Fernando el 11 de mayo de 1823.

Hoja de Servicios

En 1824 se refundieron las tres compañías de Guardiamarinas en un Colegio, el cual debía de establecerse en la población de Puerto Real, pero se decidió trasladarlo a La Carraca, a pesar de ser un establecimiento de la Armada no se pudo poner en marcha. En 1828 se suprimió el Colegio y se dio libertad de enseñanza aplicando la Constitución de 1812, por ello ya no era necesario ser hijodalgo ni pasar las pruebas de limpieza de sangre, al estar preparado se pasaba un examen presidido por una Junta de Jefes de la Armada, quienes al dar el Vº Bº se producía el ingreso en la Corporación. No era fácil superarlo, porque en los exámenes las exigencias eran las justas y conformes a los requerimientos de la profesión, fue una época muy dura pues ante la libertad de estudio los jueces de las pruebas eran implacables en su aplicación, no perdonando ningún error por nimio que fuera.

Pasando de esta forma veintiún años en los cuales no hubo academia, ni colegio, ni compañía de guardiamarinas, siendo libre la preparación de todos los aspirantes, viviendo en «casas de confianza» e ingresando al aprobar el examen de la Junta de Jefes, hasta llegar a 1845 cuando por fin se abrió la Escuela Naval Militar en San Carlos. Por esta razón no hay expedientes de estos años.

Al aprobar su examen ingresó en la corporación en septiembre de 1836, durante el transcurso de sus estudios de aprendizaje de las cosas de la mar embarcó sucesivamente en los bergantines Jasón, Marte y Patriota y en las fragatas Esperanza e Isabel II, participando en diferentes acciones incorporado a las fuerzas navales del Norte, en el transcurso de la primera guerra carlista.

En 1842 fue ascendido a alférez de navío.

En 1844 embarcado en la fragata Reina María Cristina, participa en el bloqueo de las plazas de Alicante y Arsenal de Cartagena, cuando se sufrió uno de los alzamientos de la época.

Posteriormente participa en el bombardeo de Tánger, realizado por la escuadra francesa del príncipe de Toinville.

Por Real orden del 18 de agosto de 1847 se le asciende al grado de teniente de navío y se le otorga el mando de la balandra Donación, con ella pasa a la isla de Cuba, para combatir el contrabando de negros, así como realizar comisiones de correo en las Antillas.

En 1852 se le otorga el mando de la goleta Cruz.

En 1854 por su colaboración para sofocar el alzamiento producido en las islas Canarias, la Junta de la isla de Santa Cruz de Tenerife le concede el grado de comandante del Ejército.

Por Real orden del 25 de noviembre de 1857 fue ascendido al grado de capitán de fragata.

En 1858 se le otorga el mando del vapor de ruedas Blasco de Garay, siendo incorporado a las fuerzas navales den la expedición que tiene por objeto las operaciones para la anexión de la isla de Santo Domingo, quienes había solicitado pasar a formar parte de España, para ser una provincia más de ella.

Así mismo asiste a la ocupación de México, bloqueando y pidiendo la rendición de Veracruz e izando el pabellón español en San Juan de Ulúa.

En 1862 estaba al mando del vapor de ruedas Vasco Núñez de Balboa.

Por Real orden del 5 de julio de 1864 es ascendido al grado de capitán de navío.

En 1868 está al mando de la fragata de 1ª clase Villa de Madrid, de 50 cañones y mil caballos de potencia nominal, siendo uno de los mejores buques de la época, con ella participa en la sublevación de septiembre, poniéndose a las órdenes de don Juan Bautista Topete y logrando sea proclamada la Constitución llamada ‹La Gloriosa›

Se le confirma su ascenso al grado de capitán de navío de 1ª clase en 1869, con antigüedad del 5 de julio de 1864.

Se le nombra Secretario de la Dirección General de la Armada y director de Personal.

Por Real orden del 27 de agosto de 1872 es ascendido al grado de contralmirante, siendo nombrado Comandante General de la Escuadra del Mediterráneo.

El 13 de mayo de 1874 fue elegido para ocupar la cartera del Ministerio de Marina, cargo en el que permaneció hasta el 31 de diciembre siguiente.

En 1880 se le otorga el cargo de Comandante General del Apostadero de las islas Filipinas.

El 13 de enero de 1883 vuelve a ser nombrado Ministro de Marina, permaneciendo hasta el 13 de octubre siguiente.

A finales de 1883 se le nombra Capitán General del Departamento de Cádiz.

El 10 de octubre de 1886 es nombrado de nuevo Ministro de Marina, algo más estable la situación política le permitió mantenerse hasta el 21 de enero de 1890, por su larga permanencia le permitió establecer el Plan de Escuadra de 1887, revitalizando el material de la Armada, aunque la mayoría de los buques de este plan se perdieron posteriormente en la guerra contra los Estados Unidos de Norteamérica.

Se le había ascendido a vicealmirante por Real orden del 14 de octubre de 1886, por ir en contra de su honor no firmo su ascenso por ser el Ministerio, por ello quedó guardado hasta abandonar su cargo político, firmándolo su sucesor pero con la misma fecha de antigüedad.

Siendo designado por el rey Alfonso XII, Senador vitalicio del Reino.

Falleció en Madrid en 1892 cuando contaba con sesenta y nueve años de edad.

Entre otras condecoraciones poseía: Banda y Placa de la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo; las Grandes Cruces de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, del Mérito Naval y de la gran oficial de la Orden de San Mauricio y San Lázaro de Italia, así como las Cruces de la Diadema Real de Marina y de San Hermenegildo.

Bibliografía:

Bordejé y Morencos, F. Fernando de.: Crónica de la Marina Española en el siglo XIX, 1800-1868 (Tomo I) Editorial Naval. Madrid, 1993.

Bordejé y Morencos, F. Fernando de.: Crónica de la Marina Española en el siglo XIX, 1868-1898 (Tomo II) Editorial Naval. Madrid, 1995.

Estado General de la Armada para el año de 1856.

Estado General de la Armada para el año de 1859.

Estado General de la Armada para el año de 1870.

Estado General de la Armada para el año de 1873.

Estado General de la Armada para el año de 1890.

González de Canales, Fernando. Catálogo de Pinturas del Museo Naval. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 2000.

Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.

Pírala, Antonio.: Historia de la Guerra Civil. Y de los partidos Liberal y Carlista. Turner. Madrid 1984. Reedición de la que comienza en 1833 y termina en 1871. En ésta se recogen sus publicaciones posteriores hasta 1906, en ampliación de los datos hasta el fin de la 2ª guerra civil, (que no tercera)

Rodríguez González, Agustín Ramón.: Política naval de la Restauración (1875-1898). San Martín. Madrid, 1988.

Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga. 1998.

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