Castilla (1886)
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Construcción:
Colección de don José Lledó Calabuig.
Tercer buque de la clase Aragón. Construido en La Carraca, Cádiz, en 1881. Al igual que los otros dos buques de la misma clase, Aragón y Navarra, se suspendieron sus trabajos de construcción en 1873, reanudados en enero de 1877. Fue botado en La Carraca el 9 de septiembre de 1881.
Desplazaba 3.342 toneladas. Medía 72 metros de eslora, 13,56 de manga, 11,50 de puntal y 6,35 de calado. Su dotación era de 360 hombres.
Disponía de una máquina de 1.100 caballos de vapor nominales que le daban una velocidad de 14 a 15 nudos. Podía llevar 460 toneladas de carbón.
Su blindaje se reducía a los reductos acorazados para los cañones principales.
El armamento principal previsto era de sólo 6 cañones de 16 cm, quedando artillado con 4 cañones de la casa alemana Krupp, formado por 4 piezas de 15 cm y 2 de 12 cm, disponiendo igualmente de otras piezas de pequeño calibre y tiro rápido, varias ametralladoras y dos tubos lanzatorpedos. Posteriormente, el armamento de tiro rápido y menor calibre, quedó compuesto por 4 cañones Nordenfelt de 42 mm, 2 revólveres Hotchkins de 37, conservando los dos tubos lanzatorpedos.
Historial:
Los trabajos de alistamiento a flote se retrasaron varios años, quedando alistado y entregado a la Armada en 1886 como crucero de 1ª clase, iniciando sus navegaciones en el mes de agosto de ese año, incorporada a la Escuadra de Instrucción. El 24 de octubre de 1886 se ordenó alistar el crucero junto a otros buques de guerra ante el conflicto con Alemania por el contencioso de las islas Carolinas.
A mediados de enero de 1887 la Escuadra de Instrucción, al mando del contraalmirante don José Maymo y Roig, recibe órdenes de realizar una travesía por el Mediterráneo, visitando varios puertos extranjeros. Estaba formada por la fragata blindada Numancia, buque insignia, la fragata de hélice Gerona, y el crucero Castilla, capitán de navío don José Pérez y Lazaga. El 24 de enero fondeó la escuadra en Génova, zarpando el 2 de febrero rumbo a La Spezia. La visita de otros puertos en Sicilia quedó suspendida por haberse iniciado un brote de cólera en Catania. La escuadra puso rumbo a Argel y otros puertos del norte de África.
El 25 de agosto de 1887 embarca la reina en el crucero Castilla cuando se encontraba en San Sebastián. Acompañada por el ministro de Marina, Rodríguez Arias, y Sagasta, presidente del consejo de ministros, presenció las evoluciones y ejercicios del cazatorpedero Destructor. Acompañado por el crucero Navarra, el 4 de septiembre de 1887 escoltó al vapor Ferrolano, donde iba embarcada la reina, en su visita al puerto de Guetaria. Esa misma noche regresan a San Sebastián.
En el mes de octubre de 1887 visitó el puerto de Tánger con el crucero Navarra. El 10 de febrero de 1888 llegó a la bahía de Tánger, al mando del capitán de navío Lazaga. Su comisión era llevar a Roma a una embajada marroquí a Roma. El 12 de febrero zarpó de Tánger con la embajada del Sultán de Marruecos. Llegó a Nápoles el 17 de febrero, donde permaneció hasta el día 10 de marzo, que volvieron a embarcar los delegados de Marruecos. A causa de un temporal, el crucero recala en Cartagena, llegando finalmente a Tánger el 19 de marzo de 1887.
Con motivo de la inauguración de la Exposición Universal de Barcelona, el 20 de mayo de 1888 se reunió en el puerto varios buques de la escuadra española, la fragata blindada Numancia, las fragatas de hélice Gerona y Blanca, los cruceros Castilla y Navarra, Isla de Luzón e Isla de Cuba, el cazatorpedero Destructor, los cañoneros Pilar y Cóndor y el transporte Legazpi. Durante los meses de julio a septiembre de 1888 recorrió con la Escuadra de Instrucción los principales puertos de Francia, Italia, Austria y Grecia. Llegó a Tolón el 27 de agosto, donde el 9 de septiembre asistió a la entrega del acorazado Pelayo, con varios buques de la Escuadra de Instrucción, mandada por el contraalmirante don José de Carranza y Echevarría, compuesta por la fragata Numancia y los cruceros Castilla, al mando del capitán de navío don Indalecio Núñez y Zuloaga, e Isla de Luzón.
El 10 de enero de 1889 parte de Mahón rumbo a Puente Mayorga. Allí se encontraba averiada la fragata de hélice Carmen. Zarpan la noche del 14 de enero y llega a la bahía de Cádiz remolcando a la fragata la mañana del 15 de enero.
El 23 de marzo de 1889 zarpa de Cádiz rumbo a Tánger para llevar al nuevo representante español ante el Sultán de Marruecos, el subsecretario de Estado don Francisco Rafael Figueras. En septiembre de 1889 hubo nuevos enfrentamientos con Marruecos que culminaron en el ataque al cañonero Cocodrilo. El 23 de septiembre es enviada a Alhucemas la Escuadra de Instrucción, que se encontraba anclada en Cádiz al mando del contraalmirante Carranza, compuesta por el acorazado Pelayo, al que le faltaba la artillería principal, la fragata Numancia y el crucero Castilla. En aguas de Alhucemas se encontraban ya la fragata Gerona y el crucero Isla de Luzón, mientras el crucero Isla de Cuba puso rumbo a Tánger y el crucero Navarra zarpaba de Tánger rumbo a Alhucemas con emisarios del sultán de Marruecos para liberar a los prisioneros del laúd capturado Miguel y Teresa.
A comienzos del año 1890 es destinado a las islas Filipinas con los cruceros Ulloa y Don Juan de Austria. El 9 de abril de 1890 zarpan de Barcelona los tres cruceros rumbo a Filipinas. Llegan a Manila el 17 de junio. Estos tres buques fueron llamados la “escuadra negra”, al llegar pintados de negro en vez del blanco reglamentario para los buques coloniales.
En junio de 1893 visitó el puerto de Yokohama. Dos años después se firmó con Japón un tratado para fijar los límites de los dos países en el Pacífico y evitar conflictos.
En agosto de 1896 participa en varias operaciones de apoyo al ejército, que combatía a los insurrectos en Cavite.
Cuando comenzó la guerra de 1898 con los Estados Unidos, se encontraba en el apostadero de Cavite, al mando del capitán de navío don Alonso Morgado y Pita da Veiga. Es incendiado y destruido el 1º de mayo de 1898 en el combate naval de Cavite contra la escuadra norteamericana del comodoro George Dewey. Era ya un buque inservible, que tuvo que ser remolcado para poder entrar en combate.
Bibliografía:
Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1868-1898. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 1995.
Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada española. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga Editores. Madrid, 1997.
Martínez de Velasco, Eusebio.: “La fragata Carmen conducida a remolque por el crucero Castilla hasta la bahía de Cádiz”. La Ilustración Española y Americana. Año XXXIII, nº 3. Madrid, 22 de enero de 1889.
Rivas Fabal, José Enrique.: Historia de la Infantería de Marina española. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 2007.
Compilada por Santiago Gómez.
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