Numancia (1864)

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Construcción:

 Fotografía en blanco y negro de la fragata acorazada Numancia.
Fragata acorazada Numancia.
Colección D. José Lledó Calabuig.

Las Cortes españolas votaron en 1859 un crédito extraordinario, incrementado en 1861, de 175 millones de pesetas, por el que se debían construir 12 fragatas a vela y vapor y 2 fragatas blindadas, la Numancia y la Vitoria. El 15 de abril de 1862 se firmó en Madrid un contrato con la Sociedad “Forges et Chantiers de la Mediterranée” para la construcción, en los astilleros de La Seyne, Tolón, de la fragata acorazada Numancia.

Diseñada por el ingeniero Verloque, comenzaron las obras con la puesta de su quilla el 19 de septiembre de 1862. Fue botada el 19 de noviembre de 1863. Costó 8.322.252 pesetas.

Desplazaba 7.500 toneladas y medía 96,08 metros de eslora, 17,34 de manga, 8,87 de puntal y 7,90 metros de calado. Su dotación era de 590 a 600 hombres.

Su máquina era de 1,000 caballos de vapor nominales, con 8 calderas y una hélice de bronce de cuatro palas de 6,5 metros de diámetro, que le daba 12 a 14 nudos de velocidad. En pruebas alcanzó los 13 nudos. Podía llevar 1.100 toneladas de carbón, que la daban una autonomía de 3.483 millas.

Disponía de una coraza de planchas de hierro desde la cubierta alta hasta 2,3 metros por debajo de la línea de flotación, con un espesor de 13 cm en la parte inferior y 12 en la superior, adelgazándose un centímetro en los extremos de proa y popa.

Aunque disponía portas en batería para 40 cañones y estaba previsto que llevara los 40 cañones de ánima lisa y avancarga de 68 libras (20 cm) modelo español Rivera, se armó con 34 cañones de 20 cm (68 libras), además de otros 6 cañones más pequeños para las embarcaciones menores.

Historial:

Llegó a Cartagena desde Tolón en el mes de diciembre de 1864. Durante la travesía se llevaron a cabo varias pruebas de navegación y armamento.

El día 24 de diciembre de 1864 se puso al mando del capitán de navío don Casto Méndez Núñez y como segundo el capitán de fragata don Juan Bautista Antequera y Bobadilla, quedando destinada a la escuadra del Pacífico. Salió de Cartagena el 8 de enero de 1865 y llegó a Cádiz el día 11 de enero.

De la bahía gaditana se hizo a la vela la tarde del 4 de febrero. Llevaba víveres para seis meses, 1.160 toneladas de carbón, pólvora y proyectiles. Tripulada por 590 hombres. Recaló en San Vicente de Cabo Verde el 13 de febrero para embarcar carbón. Tres días después zarpa de nuevo y recala en Montevideo el 13 de marzo. Allí se encontraban el bergantín Galiano, la corbeta de hélice Wad-Ras y el vapor transporte Marqués de la Victoria, mandado por el teniente de navío don Francisco Castellanos. Acompañada por el vapor transporte Marqués de la Victoria, zarpa el 2 de abril y llega al océano Pacífico por el estrecho de Magallanes, recalando en Valparaíso el 28 de abril.

Después de recabar noticias con el comandante de la corbeta Vencedora, llegó a Callao el 5 de mayo, incorporándose a la escuadra de Pareja. Fue una travesía sin precedentes para una buque blindado, realizado con éxito por don Casto Méndez Núñez, que aceptó el reto a pesar de las malas experiencias de franceses y británicos en trayectos más cortos y menos peligrosos. Ahí están los ejemplos de los blindados franceses Gloire y Courone en su travesía a Méjico, o el británico Warrior, que no pudo salir del Canal de la Mancha en su travesía que tenía por destino Lisboa y Cádiz en el invierno de 1861.

El 5 de diciembre de 1865 zarpa de Callao llevando a remolque al vapor Marqués de la Victoria. En el puerto chileno de Caldera se une a las fragatas de hélice Villa de Madrid y Berenguela. A causa de la captura de la goleta Covadonga y el suicidio de Pareja, el brigadier don Casto Méndez Núñez se hace cargo de la escuadra del Pacífico el 12 de diciembre, embarcando en la fragata Villa de Madrid. Había sido ascendido a brigadier el 20 de junio de 1865. La fragata Numancia quedó al mando del capitán don Juan Bautista Antequera.

Méndez Núñez concentra la escuadra española frente a Valparaíso. Al conocer que la escuadra aliada chileno-peruana se concentra en el archipiélago de Chiloé, envía a las fragatas Villa de Madrid y Blanca. El 7 de febrero de 1866 tiene lugar el encuentro de Abtao, donde sólo hubo un intercambio de disparos sin resultado favorable. Méndez Núñez, ante el resultado del encuentro anterior, decide enviar a la fragata Numancia y a la fragata Blanca, pero la escuadra aliada se interna aún más en el archipiélago de Chiloé, donde los buques españoles no pueden acercarse por su mayor calado. Los buques se reúnen con el resto de la escuadra el 14 de marzo.

Al no haber podido destruir la escuadra aliada y, siguiendo órdenes del Gobierno, Méndez Núñez emprende los preparativos para bombardear los puertos del litoral chileno. Aunque la idea le repugnaba, el 27 de marzo manda una nota al cuerpo diplomático y a los comandantes de los buques neutrales, para que abandonaran Valparaíso o se pusieran a salvo. El plazo expiraba el 31 de marzo. Se encontraban en aguas de Valparaíso dos escuadras extranjeras, una británica y otra norteamericana. Sus comandantes anunciaron que no se mantendrían impasibles ante el bombardeo de la plaza. Méndez Núñez les contestó que sus buques serían destruidos si se interponían, prefiriendo los británicos y norteamericanos no intervenir y mantener su neutralidad.

El bombardeo de Valparaíso comenzó a las nueve de la mañana del 31 de marzo y finalizó al mediodía. La fragata Numancia no participó en el bombardeo, manteniéndose en una posición retrasada, disparando sólo dos cañonazos de salva para anunciar a la escuadra el inicio del bombardeo.

Después del bombardeo de Valparaíso, se incorporó a la escuadra la fragata Almansa, que llegó el 9 de abril con pertrechos, víveres y 300 hombres. La escuadra se preparó para partir rumbo a la costa peruana, con la intención de bombardear la plaza de Callao. A las cuatro de la tarde del 14 de abril de 1866 salió la primera división, con las fragatas Numancia, Berenguela y Blanca, la corbeta Vencedora y los vapores Marqués de la Victoria, Matías Cousiño y Uncle Sam, fondeando en la isla de San Lorenzo, frente a Callao, el 25 de abril. A las 9 de la mañana del mismo día salió la segunda división, compuesta por las fragatas Villa de Madrid, Resolución y Almansa, el vapor Maule y las fragatas mercantes María y Lollé-María. Navegando a vela, llegaron a la isla San Lorenzo el 27 de abril.

Las fortificaciones del Callao contaban con 8 cañones Blakely de 500 libras (27,5 cm), 6 cañones Armstrong de 300 libras (25 cm), 10 de 68 libras (20 cm), 40 de 32 libras (16 cm) y 30 de 32 libras lisos. Otros 2 cañones montaba el monitor Loa, totalizando 96 cañones. Por su parte, la escuadra española contaba con 245 cañones, siendo los de mayor calibre los de 68 libras y tan sólo había 18 cañones de 32 libras rayados. Estos cañones quedaban reducidos a la mitad al poder disparar por sólo una de las bandas.

Méndez Núñez formó tres divisiones, la primera formada por las fragatas Numancia, Blanca y Resolución, para atacar las baterías del sur de Callao, la segunda división, formada por las fragatas Villa de Madrid y Berenguela, atacarían las baterías del norte, y la tercera división con la fragata Almansa y la corbeta o goleta Vencedora atacarían a los monitores Loa y Tumbes y bombardearían la plaza.

Al mediodía del 2 de mayo de 1866 comenzó el combate y finalizó al atardecer. En ese momento sólo disparaban desde la plaza tres cañones, comenzaba a caer la niebla y los buques españoles estaban agotando sus municiones. La fragata Numancia realizó más de mil disparos y encajó 45 impactos que sólo consiguieron algunos rasguños y bollos, a pesar de ser alcanzado por 4 balas de 500 libras y 2 de 300 libras. Sólo uno de ellos atravesó el blindaje, pero fue repelido por la madera de teca, saltaron algunos remaches y produjo una pequeña vía de agua que fue taponada al momento. En total la escuadra española sufrió 43 muertos y 157 heridos.

Después del combate de Callao, la escuadra española formó dos divisiones. Unas de ellas, al mando de Méndez Núñez, que partió a las costas brasileñas para prevenir cualquier ataque enemigo. Otra de las divisiones estaba formada por las fragatas Numancia y Berenguela y otros buques menores, mandadas por el capitán don Manuel de la Pezuela, comandante de la Berenguela. Esta división estaba destinada a cruzar el océano Pacífico rumbo a Filipinas. Se hicieron a la vela el 10 de mayo de 1866. La fragata Numancia, después de recalar en la colonia francesa de Oaití el 24 de junio, llega a Manila el 8 de septiembre.

En Manila descansó la tripulación y se limpiaron sus fondos. Los buceadores de perlas desenrollaron del eje y la hélice unos 300 metros de cable. Este cable procedía del Callao y estaba preparado para activar las minas colocadas. La fragata lo cortó durante el bombardeo de forma accidental, quedando las minas inutilizadas.

El 19 de enero de 1867 zarpa de Manila y llega a Batavia (Java) el 30 de enero. Vuelve a zarpar el 19 de febrero y recala en Ciudad del Cabo para embarcar carbón, zarpando rumbo a la isla de Santa Elena. Allí recibió órdenes del gobierno español de incorporarse a la escuadra española al mando de Méndez Núñez en Río de Janeiro. Su comandante Antequera le llevó a Montevideo, donde se reunió con Méndez Núñez. Éste decide que saliera rumbo a España al tener a bordo varios casos de viruela. Salió de Río de Janeiro el 15 de agosto de 1867 y fondeó en la bahía de Cádiz el 20 de septiembre. Tras pasar una cuarentena, la tripulación pudo desembarcar y regresar a sus hogares, después de realizar una travesía que duró dos años, siete meses y seis días, convirtiéndose en el primer buque blindado en dar la vuelta al mundo.

Fue sometida a varias reparaciones y se aprovechó en 1868, a mejorar su armamento. En la batería se conservaron 16 cañones lisos de 20 cm, se añadieron otros 6 rayados Armstrong de 300 libras. Sobre la cubierta se instalaron 3 cañones Armstrong de 180 libras, dos en reducto blindado y otro en colisa a proa.

En junio de 1869 estaba asignada a la Escuadra del Mediterráneo, compuesta por las fragatas blindadas Numancia, Vitoria y Zaragoza, las fragatas de hélice Villa de Madrid y Asturias y varios buques menores.

A finales de noviembre de 1870 se encontraba la Escuadra del Mediterráneo fondeada en Cartagena. Estaba al mando del capitán de navío don José Manuel Díaz de Herrera y Serrano. El 24 de noviembre de ese año embarcó en la escuadra una representación de las Cortes y otra del Almirantazgo. La fragata Villa de Madrid, que era el buque insignia del contraalmirante don José Ignacio Rodríguez de Arias, zarpó el 26 de noviembre de 1870 con las fragatas blindadas Numancia y Vitoria para dirigirse a La Spezia y ofrecer la Corona de España a Amadeo de Saboya. El nuevo rey Amadeo I embarcó en la fragata Numancia y regresaron a Cartagena el 30 de diciembre de 1870.

En 1871 prestaba servicios en la Escuadra del Mediterráneo. Realizó una visita a Tánger en agosto de 1871 con la fragata Villa de Madrid. En 1871 realizó una travesía hasta Nueva York, entrando en dique. En 1872 continuó prestando servicios en la Escuadra de Instrucción.

El 11 de febrero de 1873 renunció al trono el rey Amadeo I de Saboya, dando comienzo en España a la primera República, cuando las Cortes proclamaron el 8 de junio la República Federal, recibida por muchos con agrado. El retraso del gobierno en adaptar las nuevas instituciones, dio paso a revueltas. Uno de los focos más activos fue Cartagena, que se declaró Cantón Independiente el 12 de julio, y con ella la mayor parte de la escuadra, las fragatas blindadas Numancia, Vitoria, Tetuán, Méndez Núñez, la fragata de hélice Almansa, los vapores Fernando el Católico, Vigilante, la goleta de hélice Ferrolana y otros buques menores del Resguardo Marítimo y de la Fuerza Sutil. La fragata Numancia se convirtió en el buque principal de los sublevados y en la protagonista de la mayoría de las operaciones.

El 25 de agosto de 1873 zarpa de Cartagena con la fragata blindada Tetuán y el vapor Fernando el Católico. En los días siguientes no encontraron buques enemigos en la costa de Almería y Alicante. El esos días se encontraba frente a Cartagena la escuadra gubernamental del contraalmirante Lobo, que contaba con sólo los vapores Colón, Lepanto y Ciudad de Cádiz, recibiendo el refuerzo del vapor Antonio de Ulloa el 25 de agosto.

 Fotografía en blanco y negro de la fragata acorazada Numancia.
Fragata acorazada Numancia.
Colección D. José Lledó Calabuig.

La fragata Numancia tomó parte en el desembarco en Águilas el 17 de septiembre para obtener víveres y dinero con la fragata Méndez Núñez y el vapor Fernando el Católico, o el bombardeo de Alicante el 27 de septiembre, donde los buques cantonales, las fragatas Numancia, Tetuán y Méndez Núñez, lanzaron 500 proyectiles.

Tomó parte en el combate de Portman el 11 de octubre de 1873. La escuadra cantonal, ante la falta de oficiales, estaba al mando del general de caballería Contreras, y formada por las fragatas blindadas Numancia, capitán don José Solana, Tetuán, capitán don Nicolás Constantini, Méndez Núñez, capitán don José Martínez Naranjo, los tres de la Marina Mercante, y el vapor de ruedas Fernando el Católico, rebautizado Despertador del Cantón, al mando del piloto don José Calvo. La escuadra del gobierno central estaba al mando del contraalmirante don Miguel Lobo Malagamba y contaba con la fragata blindada Vitoria, las fragatas de hélice Almansa, Carmen y Navas de Tolosa, la corbeta Diana, la goleta Prosperidad y los vapores Colón y Ciudad de Cádiz. El combate finalizó con la retirada de la escuadra cantonal a Cartagena sobre las tres de la tarde al no poder romper el bloqueo.

El 13 de octubre salieron de Cartagena los buques cantonales con las fragatas Tetuán, Méndez Núñez, Numancia y el vapor Fernando el Católico, seguidos a distancia por la goleta de vapor Buenaventura con la bandera de la Cruz Roja. A las dos de la tarde abrió fuego la Tetuán contra la escuadra al mando de Miguel Lobo, pero Lobo rehuyó el combate y levantó el bloqueo, dirigiéndose a la bahía de Algeciras. El gobierno de Madrid, indignado con la actitud del comandante, relevó a Lobo el 15 de octubre por el contraalmirante don Nicolás Chicarro, que se hizo cargo de la escuadra el 18 de octubre.

Unos días después, el 20 de octubre, la fragata embistió y echó a pique al vapor Fernando el Católico en aguas de Alicante, causando 12 muertos y 17 heridos. Había salido de Cartagena el día 17 con la fragata Méndez Núñez y el vapor para llevar a Valencia y Barcelona a varios jefes cantonales. Tras el accidente, regresaron los buques a Cartagena.

El 12 de enero de 1874 abandonó Cartagena para dirigirse a Orán con los principales líderes de la revolución a bordo. Llegó a Orán perseguido por parte de la escuadra del gobierno, la fragata blindada Vitoria y la fragata de hélice Carmen. Finalizada la sublevación, el 17 de enero fue entregada al contraalmirante Chicarro por las autoridades francesas, llegando a Cartagena el 20 de enero.

En 1876 se le cambió su artillería y quedó con 8 cañones rayados Armstrong de 300 libras (25 cm), 3 cañones Woolwich de 180 libras (20 cm) y 8 Palliser de 16 cm. En julio de 1876 fue al puerto de San Juan de Luz para recoger a la reina madre doña Isabel II y sus hijas, con lo que terminaba su periodo de expatriación, que comenzó en 1868 con su exilio a Francia. Acompañaron a la fragata las goletas de hélice Concordia, Consuelo y el vapor de ruedas Ferrolano, división que estaba al mando del almirante don José Maymó A su llegada a Sardinero, Santander, donde veraneaba la familia real, es recibida por su hijo el rey Alfonso XII. Allí concurrieron otros buques de guerra como la fragata de hélice Blanca.

Al quedar formada de nuevo la Escuadra de Instrucción, en octubre de 1876, se incorporó a ella. Puesta al mando del contraalmirante Antequera, quedó compuesta por las fragatas Numancia, Vitoria, Blanca y la corbeta África, fondeando en Santa Pola. Formó parte de las diferentes escuadras de Instrucción durante los años siguientes hasta 1879 y de nuevo entre 1882 a 1888.

Al año siguiente, en 1877, se le instaló en Barcelona electricidad a bordo. Junto a la fragata Vitoria fueron los primeros buques de la Armada ser electrificados. En septiembre de 1877 embarcó en la Escuadra de Instrucción el rey Alfonso XII, realizando una travesía por el Mediterráneo.

A finales de octubre de 1879 se embarcaron los reyes Alfonso XII y María Cristina en Cartagena en la fragata Numancia. La mañana del 24 de octubre zarpa de Cartagena con el rey a bordo rumbo a Cádiz, escoltada por las fragatas Blanca y Villa de Madrid, la corbeta Tornado y el vapor de ruedas Isabel la Católica. Cuando se encontraban sobre el Cabo de Gata, comenzaron unos ejercicios navales la mañana del 25 de octubre. Alfonso XII desembarcó en Cádiz el 28 de octubre.

Una vez más visitaron los reyes la Escuadra de Instrucción en el mes de septiembre de 1783. Estaba mandada por el contraalmirante don Luis Bula y compuesta por las fragatas Numancia, Vitoria, Carmen y Lealtad. El 22 de noviembre de 1783 llegó a Valencia la corbeta alemana Prinz Adalbert con el Príncipe heredero alemán a bordo, con la corbeta Sofía y el aviso Loreley. Fueron escoltados por los buques de la Escuadra de Instrucción, las fragatas Numancia, Vitoria, Lealtad y Carmen.

En el verano de 1884 formó parte de la Escuadra de Instrucción, mandada por el contraalmirante don Francisco de Paula Llanos y Herrera. Con motivo de una visita de los reyes a Ferrol, embarcaron en la fragata Vitoria el 19 de agosto, escoltada en agosto de 1884 por las fragatas Numancia, Carmen y Lealtad y el cañonero Paz hasta La Coruña y Ferrol, donde se unió el crucero Navarra y siguieron la travesía por las rías bajas, donde los reyes desembarcaron en Vigo el 25 de agosto.

En 1885 se reformó su artillería. Quedó artillado con 8 cañones Armstrong de 300 libras (254 mm), 7 cañones Armstrong de 180 libras (203 mm) y dos cañones Hontoria de 68 libras (70 mm), 8 ametralladoras de 25 mm y un cañón Hontoria para saludos de 90 mm. En 1885 seguía en la Escuadra de Instrucción. Se encontraba en Cartagena con otros buques de esta escuadra, durante el intento de sublevación a finales del mes de abril propiciadas por el republicano don Manuel Ruiz Zorrilla. La fragata estaba al mando del capitán de navío don Jacobo Alemán González. Formaban parte de la misma escuadra las fragatas Zaragoza, Méndez Núñez y Blanca, y los torpederos de 1ª clase Riquel y Cástor. Fracasada esta sublevación, los republicanos realizaron otro intento en el mes de noviembre de 1885. Los mismos marinos de la escuadra hicieron que la sublevación fracasara.

La Escuadra de Instrucción fondeó en Mahón el 18 de marzo de 1886, formada por las fragatas acorazadas Vitoria y Numancia, las fragatas de hélice Lealtad y Gerona, el cañonero Paz y los torpederos Rigel y Cástor. Posteriormente se incorporaron la fragata Almansa y el crucero Navarra, preparadas para zarpar rumbo al océano Pacífico en previsión de una guerra con Alemania por la cuestión del archipiélago de las Carolinas, además de defender las islas Baleares al creer que los alemanes las ocuparan y utilizaron como moneda de cambio en unas futuras conversaciones de paz.

A mediados de enero de 1887 realiza una travesía por varios puertos del Mediterráneo. Estaba al mando del capitán de navío don Antonio de la Rocha y Aranda. Lo hizo con la fragata de hélice Gerona y el crucero Castilla, buques de la Escuadra de Instrucción, que estaba al mando del contraalmirante don José Maymo y Roig, e izaba su insignia en el Numancia. El 24 de enero fondeó la escuadra en Génova, zarpando el 2 de febrero rumbo a La Spezia. La visita de otros puertos en Sicilia quedó suspendida por haberse iniciado un brote de cólera en Catania. La escuadra puso rumbo a Argel y otros puertos del norte de África, finalizando la travesía.

El 20 de mayo de 1888 se encontraba en el puerto de Barcelona, en la inauguración de la Exposición Universal. Arbolaba la insignia del contraalmirante don Rafael Rodríguez de Arias, Ministro de Marina. El contraalmirante Valcárcel y Gerona, capitán general del departamento de Cartagena, arboló su insignia en la fragata Blanca. Otros buques que asistieron al evento fueron los cruceros Castilla, Navarra, Reina Regente, Isla de Cuba, Isla de Luzón, el cazatorpedero Destructor, el planero Piles, el transporte Legazpi y los cañoneros Pilar y Cóndor.

En los meses siguientes de julio, agosto y septiembre de 1888 realizó una travesía por el Mediterráneo, el Tirreno y el Adriático, visitando los puertos de Palermo, Brindisi, Pola, Trieste, Venecia, Ancona, Corfú y Malta. Llegó a Tolón el 27 de agosto, donde el 9 de septiembre asistió a la entrega del acorazado Pelayo, con la Escuadra de Instrucción, mandada por el contraalmirante don José de Carranza y Echevarría, compuesta por la fragata Numancia y los cruceros Castilla e Isla de Luzón.

En septiembre de 1889 hubo nuevos enfrentamientos con Marruecos. El día 4 de ese mes es saqueado y secuestrado el laúd Miguel y Teresa, que había salido de Málaga rumbo a Valencia y tuvo la mala fortuna de recalar cerca de Alhucemas. El cañonero Cocodrilo, con base en Melilla, patrullaba en las Chafarinas cuando su comandante recibe órdenes de dirigirse a Alhucemas, siendo recibido el 20 de septiembre con fuego de fusil. Este y otros incidentes provocaron que el 23 de septiembre fuera enviada a Alhucemas la Escuadra de Instrucción, que se encontraba anclada en Cádiz al mando del contraalmirante Carranza, compuesta por el acorazado Pelayo, al que le faltaba la artillería principal, la fragata Numancia y el crucero Castilla. En aguas de Alhucemas se encontraban ya la fragata Gerona y el crucero Isla de Luzón, mientras el crucero Isla de Cuba puso rumbo a Tánger y el crucero Navarra zarpaba de Tánger rumbo a Alhucemas con emisarios del sultán de Marruecos para liberar a los prisioneros del laúd capturado Miguel y Teresa.

Fragata acorazada Numancia, reformada como guardacostas.
Fragata acorazada Numancia reformada como guardacostas.
Colección D. José Lledó Calabuig.

En la primera mitad de 1896, al igual que su compañera la fragata blindada Vitoria, dado el buen estado de sus cascos, fue enviada a Tolón para ser transformada en acorazado guardacostas, recibiendo nuevas calderas y artillería y perdiendo su arboladura, sustituida por dos pequeños mástiles con cofas. Su armamento quedó formado por 4 cañones Hontoria de 20 cm, 10 cañones Hontoria de 14 cm de tiro rápido y 10 menores, además de dos tubos lanzatorpedos.

Durante el conflicto con los Estados Unidos no pudo ser alistada a tiempo, al encontrarse aún en reformas. Para evitar ser internada en Francia, fue remolcada a Barcelona por el vapor mercante Cabo de Nao, quedando en Barcelona durante toda la guerra. Una vez acabada la guerra, regresó a Tolón para finalizar su transformación, cambiando las calderas y recorriendo a fondo sus máquinas. Ante la escasez de buques de la Armada, tuvo que recuperar su olvidado protagonismo, formando parte de la Escuadra de Instrucción, junto con la Vitoria, el acorazado Pelayo y el crucero Emperador Carlos V.

Dos años después de la guerra, en 1900, se reformó de nuevo su artillería. Quedó con 4 cañones Hontoria de 20 cm, 8 cañones Hontoria de 14 cm, 3 cañones de tiro rápido Schneider-Canet de 15 cm, 12 cañones Skoda de 47 mm y 2 tubos lanzatorpedos.

En 1907 sirvió la fragata de escenario para la recepción, cena y festejos ofrecidos por el rey Alfonso XII al rey británico Eduardo VII, que llegó a Cartagena con una poderosa escuadra el 8 de abril de ese año.

Su último servicio de guerra fue en el año 1909, en la guerra de Marruecos. El crucero Emperador Carlos V tuvo que entrar en dique y lo sustituyó como buque insignia de la segunda división que operaba en la costa de Marruecos. Bombardeó las posiciones enemigas en el Barranco del Lobo y la Mar Chica.

En 1910 dejó la Escuadra de Instrucción y comenzó a prestar servicios en Tánger en 1911 y 1912. El 7 de octubre de 1910 estuvo presente en Lisboa cuando se proclamó republicano el país vecino. La noche del 1 al 2 de agosto de 1911, cuando se encontraba fondeada en Tánger, se sublevaron varios marineros anarquistas, quedando reducidos esa misma noche. El 3 de agosto zarpó de Tánger y fondeó en La Carraca, iniciándose un consejo de guerra en el que el fogonero Antonio Sánchez, que era el cabecilla, fue sentenciado a muerte y otros 8 marineros a cadena perpetua. La sentencia se cumplió el 8 de agosto.

Al año siguiente, en 1912, se dispuso su baja en la Armada y su venta para el desguace. La opinión pública y una campaña de prensa, pretendió que la Numancia se convirtiera en un buque museo y no se llevara a cabo su desguace. Finalmente no se consiguió preservar el buque para el recuerdo, y en 1916 se vendió a una empresa de Bilbao como chatarra para su desguace. Por tres veces intentó llegar a su destino. En la tercera ocasión, se hundió en la costa portuguesa frente a Setúbal al tocar con unas rocas el 17 de diciembre de 1916, cuando era remolcada desde La Carraca. Allí mismo fue parcialmente desguazada, quedando sus restos a unos 5 y 6 metros de profundidad.

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