Asia (1790)

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Construcción:

Construido en la Habana en 1790 con el diseño de don José Romero Fernández de Landa y entregado a la Armada ese mismo año.

Recibió la advocación de “San Jerónimo”.

Sus dimensiones en pies de Burgos (datos de 1806), son las siguientes: 160 pies y 3 pulgadas de quilla, 181 pies de eslora, 49 pies y 6 pulgadas de manga, 23 pies y 11 pulgadas de puntal, 24 pies de plan, 23 pies y 5 pulgadas de calado a popa, 21 pies y 11 pulgadas de calado a proa.

Desplaza 1.541 toneladas y está artillado con 74 cañones.

Historial:

El 4 de julio de 1790 zarpa de la Habana con un millón y medio de pesos rumbo a Cádiz, en conserva de dos urcas y varios mercantes. Ante las noticias de una guerra con Gran Bretaña, el comandante general de Marina de la Habana ordena salir al bergantín Flecha en su busca. Son hallados antes de desembocar el Canal de Bahama, recibiendo la orden de regresar a la Habana. Parte de los caudales son transbordados al navío Castilla.

A finales de noviembre de 1790 se encontraba cargado de caudales en la Habana listo para dar la vela rumbo a Cádiz. En la misma situación se encontraba el navío San Julián. Una nueva salida de la Habana es suspendida el 29 de noviembre por el mal tiempo y en los días siguientes ocurren varios incidentes que hacen sospechar la presencia de una escuadra británica y el comienzo de la guerra por los incidentes de Nootka, decidiendo las autoridades en junta la llegada de noticias y órdenes desde la Península.

Zarpa de la Habana el 18 de enero de 1791 rumbo a Cádiz con otros tres navíos de guerra, Soberano, Castilla y Miño, la fragata Venus y Bibiana y la urca Aduana, repartiéndose la carga para dividir el riesgo y parte de las tropas del Regimiento de Infantería de Nápoles, llegados a la Habana desde Puerto Rico.

Llega después a Cartagena en junio de 1791. En ese año de 1791 conduce tropas a América al mando del capitán don Félix de Goicoechea con los navíos Soberano, Castilla y Miño. En abril de 1793 se ordena su armamento y se pone al mando del capitán de navío don Luis de Villabriga, incorporándose a la escuadra del teniente general don Francisco de Borja en la campaña de Cerdeña, durante la guerra con los franceses. A su regreso a Cádiz, pasa a ser mandado por el capitán don Bartolomé de Rivera.

En 1794 pertenece a la división del jefe de escuadra don José Varela y Ulloa con la que realiza un viaje a América y se incorpora a la escuadra del teniente general don Gabriel de Aristizábal en la Habana en el verano de 1794. El 27 de febrero de 1795 zarpa de la Habana y llega a la isla de Trinidad el 29 de marzo con la escuadra de Aristizábal. En octubre de ese año regresa con la escuadra a la Habana.

El 9 de diciembre de 1795 entró en la Habana desde Ocoa, Santo Domingo, con religiosos y otros evacuados de la isla. A finales de junio de 1796 entra en La Habana desde Puerto Delfín, Santo Domingo, con tropas y civiles evacuados.

El 16 de junio de 1797 entra en Veracruz desde La Habana, al mando del capitán de navío don Manuel Estrada e insignia del jefe de escuadra don Francisco Javier Muñoz, siendo su segundo en el mando el capitán de fragata don Ramón Echalaz. Llegó acompañado por la fragata Nuestra Señora de la O. El 19 de julio de 1797 zarpa de Veracruz para llevar a La Habana 1.924.198 pesos del situado y socorro de la escuadra de Aristizábal, acompañado de la fragata Sirena.

En diciembre de 1798 se encuentra en Puerto Rico al mando del capitán de navío don Ramón Echalaz, con la fragata Santa Brígida, capitán de fragata don Antonio Pilón. Por una orden reservada del ministro de Estado don Francisco Saavedra los dos buques deben quedar en la isla para su defensa ante las noticias de una posible invasión británica. El 12 de julio de 1799 sube abordo el brigadier don Francisco de Montes para hacerse cargo del mando del navío.

Zarpa de la Habana con azogues el 16 de julio rumbo a Veracruz. Con la fragata Anfitrite zarpa del último puerto llevando cuatro millones de pesos y otro millón en mercancías rumbo a la Habana, evitando en la travesía a los buques británicos apostados para capturarlo.

En octubre de ese mismo año zarpa de la Habana con la fragata Anfitrite para realizar varias comisiones. Escolta a una goleta correo a San Agustín dela Florida, la cual llevaba 80.000 pesos del situado, y a otro correo y siete mercantes que llevaban rumbo a España hasta el canal de Bahama, donde los dos buques de guerra al mando de Montes se dirigen a Puerto Rico y desembarcan 586.000 pesos, zarpando poco después, el 6 de noviembre, hacia a Santo Domingo.

Durante la travesía a Santo Domingo, los buques de Montes encontraron un navío, una fragata y un bergantín británicos a 12 leguas al sur de Puerto Rico. Al reconocerlos, ciñó el viento y sus buques quedaron a barlovento y, al llegar la noche, forzó la vela, con lo que al amanecer pudo llegar a Santo Domingo y desembarcar los caudales que llevaba, 1.114.000 pesos. Llegó finalmente a la Habana el 16 de diciembre, perseguido y acosado por varios buques de guerra británicos, pese a lo cual consigue apresar una goleta y una fragata mercantes, la última cargada con pertrechos navales, y ambas presas se valoraron en 440.000 pesos fuertes.

El 26 de septiembre de 1800 cesa en el mando el brigadier Montes. En 1801 realizó numerosas salidas de la Habana para la protección del comercio. El 29 de diciembre de 1801 se le pone al mando del capitán de navío don Francisco de Alsedo y Bustamante, zarpando de la Habana con destino a Cádiz. Un temporal le obliga a refugiarse en Puerto Rico con serios desperfectos. Llevaba embarcado al teniente general don Gabriel de Aristizábal, que regresaba con su familia a la península. Aristizábal transborda al navío San Pablo para continuar la travesía. Reparadas las averías, zarpa el navío Asia el 11 de junio y entra en Cádiz el 20 de julio de 1802.

El 13 de octubre zarpa de Cádiz y llega a Cartagena el día 21 para ser desarmado, entrando en el dique para realizarle una carena en firme. En febrero de 1805 se encontraba en Cartagena con la escuadra del jefe de escuadra don José Justo Salcedo, al mando del capitán de navío don Pedro Ruiz Mateos y su segundo el capitán de fragata don Antonio Albarracín. En mayo de ese mismo año estaba al mando del capitán de navío don José Calderón y su segundo el capitán de fragata don Eduardo Bryant. Realiza varias salidas con la escuadra de Cartagena, mandada por don José Justo Salcedo.

Con la fragata Proserpina captura en marzo de 1806 a la vista del puerto de Alicante a una goleta británica de 12 cañones y varios faluchos con un total de 14 cañones y setenta hombres. En abril de 1806 persigue con el navío San Ramón y la fragata Soledad a dos fragatas británicas que no consiguen alcanzar, pero logran represar a un jabeque que habían capturado el día anterior.

En febrero de 1808 se encontraba en Cartagena con la escuadra del mando de don Cayetano Valdés. En marzo de 1808 y al mando del capitán Calderón zarpa de Cartagena con la escuadra del teniente general Valdés rumbo a Tolón, pero el mal estado de las embarcaciones les obliga a entrar en Mahón. A mediados de 1808 se encontraba en la base de Cartagena. El 27 de agosto de 1809 zarpa de Cádiz dando escolta a varios mercantes hasta Veracruz, llevando azogues y otros géneros, acompañado de los navíos San Leandro y San Ramón. Entra en Veracruz el 13 de noviembre.

El 2 mayo de 1810 regresó a Cádiz con el navío Algeciras, la corbeta Príncipe de Asturias y el bergantín Alerta, con 7.266.992 pesos y cuatro mil fusiles. El 13 de agosto de 1810 toma su mando el capitán de navío don Anselmo Gomendio, zarpando de Cádiz el 14 de septiembre rumbo a Portsmouth, donde fue carenado junto a otros buques de la Armada española dada la situación precaria de nuestros arsenales.

Regresó a Cádiz el 18 de agosto de 1811. Llevando a sus órdenes al ya brigadier Gomendio, el navío Asia, las fragatas Proserpina, Esmeralda y la urca Astrea, trasladó de Ayamonte a Algeciras a las tropas de la división del general Ballesteros.

El 14 de noviembre de 1811 zarpa de Cádiz dando escolta a cinco transportes, las fragatas Nuestra Señora del Coro, Vicenta y ''Magdalena y los buques llamados Isis y Fraternidad que llevan tropas a Veracruz, en cuyo puerto entran el 29 de enero de 1812. Llevaban tropas del Regimiento de Infantería Expedicionario de América. Habiendo sido carenado en el arsenal de la Habana, regresa a Cádiz el 18 de mayo de 1813 con siete millones de pesos.

El 4 de junio de ese año es relevado del mando el brigadier Gomendio. A primeros de enero de 1814 zarpa de Cádiz y el 24 de abril llega al apostadero de El Callao al mando del capitán de navío don Pedro de Valencia, tras ciento veinte días de navegación. Transportaba a 1000 hombres del regimiento de Talavera repartidos entre el navío y las fragatas mercantes Veloz Pasajera, Vigarreña y Castilla, pero llegaron separados, entrando en El Callao el día 25 de abril la fragata Vigarreña, el día 26 la Castilla y el 23 de mayo la Veloz Pasajera.

Recién llegado a El Callao, comenzó a ser aprestado para su vuelta a la Península, pues su comandante tenía órdenes de regresar inmediatamente. A pesar de ello, retrasó su salida de El Callao rumbo a España hasta primeros de febrero de 1815. Las necesidades eran muchas y se sirvió del navío para varias comisiones. En junio de 1814 zarpa de El Callao para llevar a Concepción 550 hombres del regimiento de Talavera, 50 artilleros, pertrechos, armamento y lo necesario para abastecer al bergantín Potrillo y la corbeta Sebastiana. Regresó a El Callao el 22 de septiembre cargado de harina. Zarpa rumbo a Cádiz el 15 de febrero al mando del capitán don Pedro de Valencia, alcanzando la bahía gaditana el 30 de mayo de 1815.

A mediados de 1816 formó división con las fragatas Esmeralda y Prueba, el bergantín Cazador y el místico corsario Santo Cristo del Grao, mandados por el brigadier don José Rodríguez de Arias. Realiza cruceros de vigilancia en aguas desde el cabo de San Vicente al estrecho de Gibraltar, llegando hasta las Azores para proteger las embarcaciones que llegan de América. En el Mediterráneo desempeñó esta división una comisión en las regencias berberiscas de Argel, Túnez y Trípoli. Durante su visita a Argel, recogió a los marineros españoles que habían quedado prisioneros tras el naufragio en cabo Bujía del navío Reina Luisa en diciembre de 1815.

El 12 de mayo de 1819 zarpa de Veracruz rumbo a la Habana al mando del capitán de navío don Joaquín Núñez. El 7 de junio zarpa de la Habana y llega a Cádiz el 30 de julio de ese año con correspondencia, 2.092.173 pesos y otros géneros. El 19 de agosto de 1820 pasa a ser mandado por el capitán de navío don José Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo. El 30 de mayo de 1821 zarpa de Cádiz convoyando 18 mercantes y entra en el puerto de Veracruz el 30 de julio con once de los mercantes, donde desembarca el nuevo virrey. Antes había tocado en Puerto Cabello donde dejó tropas.

A finales de septiembre de ese año zarpa de Veracruz con caudales rumbo a la Habana, partiendo poco después rumbo a Cádiz llevando como pasajero al virrey de Nueva España don Juan Ruiz de Apodaca y Eliza, Conde de Venadito, teniente general de la Armada. El 15 de mayo de 1822 es puesto al mando del capitán de navío don Roque Guruzeta. Arbolando la insignia del jefe de escuadra don Antonio Vacaro estuvo en todas las operaciones del sitio de Cádiz por los franceses en 1823, siendo su segundo en el mando el capitán de fragata don José Morales de los Ríos. En octubre de 1823 entró en el arsenal de La Carraca, donde debía ser acondicionado para una nueva campaña.

Al mando del capitán de navío don Roque Guruceta zarpa de Cádiz el 13 de enero de 1824, acompañado del bergantín Aquiles, al mando del teniente de navío don José Fermín Pavia, para sofocar la rebelión en las colonias. El 15 de marzo llegan a Puerto Egmont, en las islas Malvinas, donde reponen la aguada y preparan los aparejos para cruzar el cabo de Hornos, zarpando el día 27 para el puerto de San Carlos de Chiloé, a donde llegan el 27 de abril. Zarpan el 15 de agosto y llegan a Quilca el 12 de agosto.

El 7 de octubre de 1824 zarpa de Quilca rumbo a El Callao el navío Asia, la corbeta Victoria de Ica, los bergantines Pezuela, Constante y Aquiles. El puerto estaba bloqueado por la escuadra del almirante peruano Guise. Durante tres horas y media sostiene un combate a la altura de la isla de San Lorenzo, al sur del Callao, con varios buques mandados por Guise, la fragata Protector, antigua española Prueba, una corbeta y cuatro bergantines a los que puso en fuga.

Con la misma escuadrilla zarpa de El Callao el 20 de octubre escoltando a dos transportes con tropas con destino a Chiloé, Ilo y, finalmente Quilca, donde entró el 19 de noviembre. Zarpó de Quilca el 4 de diciembre y fondearon en Iló, zarpando el día 14 para perseguir por espacio de cuatro días a la escuadra de Blanco Encalada, regresando a Quilca el 19 de diciembre. El 1 de enero de 1825 zarparon de Quilca para regresar a El Callao.

Al perder las tropas realistas la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, el virrey Laserna incluyó en la rendición a las fuerzas marítimas. El capitán Guruzeta se desentendió del compromiso y zarpó de El Callao el 3 de enero de 1825 rumbo a Filipinas con el navío Asia, los bergantines Constante y Aquiles y la fragata mercante Clarington. El resto de las fuerzas marítimas salieron, la corbeta Ica y el bergantín Pezuela con destino a Cádiz, y para Chiloé la balandra Real Felipe y el transporte Trinidad.

El 3 de marzo fondearon en la rada de Umatac, de la isla Guaján en las islas Marianas. La tripulación se amotinó el 10 de marzo, dejando a los oficiales en tierra, mientras el navío llegó al puerto de Monterrey conducido por el teniente de fragata don José Martínez, comandante del bergantín Constante.

El 17 de junio de 1825 fondea en Acapulco, ya con bandera mejicana, siendo llamado Congreso Mejicano, convirtiéndose en la unidad más potente de la marina mejicana. Después de ser reparado, zarpa a primeros de 1826 al mando del capitán de navío don José María Tosta para cruzar el cabo de Hornos y llegar a Veracruz. Lo utilizaron hasta 1827, año en que empezó a ser utilizado como cuartel. Después pasó a ser pontón en Veracruz hasta su hundimiento.

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