Aquiles

De Todoavante.es

Revisión a fecha de 10:07 16 sep 2023; Todoavante (Discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar a navegación, buscar
Dibujo del navío por antonomasia y cuerpo más numeroso en las escuadras, por sus setenta y cuatro cañones, repartidos en dos baterías o puentes, pasaban a ser denominados como navío Real, de este porte era por ejemplo el San Juan Nepomuceno al mando de don Cosme Damián de Churruca en el combate de Trafalgar.

Construcción:

El 2 de mayo de 1752 se ordenó la puesta en grada de dos navíos de 70 cañones y cinco fragatas, uno de ellos era el Aquiles y el otro el navío Firme, siguiendo el modelo de construcción de Jorge Juan.

El ingeniero Mateo Mullan fue el encargado de los trabajos.

Quedó bajo la advocación de San Román.

Se puso la quilla el 16 de mayo de 1752.

Historial:

Tuvo una botadura accidentada. Concluido en 13 de agosto, se fijó su botadura para el 19 de agosto de 1754 por haber una buena marea, pero no se consiguieron picar las amarras, y al día siguiente se detuvo, por lo que se puso la nueva fecha del 5 de septiembre a las tres de la tarde, pero se fue solo a la una, dos horas antes de la hora fijada.

En 1755 se encontraba en misiones de corso al mando del capitán de navío don Juan Soto. A finales de marzo de 1760 permanecía en la bahía de Cádiz. Al año siguiente formó parte de la escuadra destinada a cruzar entre el cabo de San Vicente y las islas Azores para proteger la recalada de las embarcaciones procedentes de América.

En enero de 1762 seguía destinado en el departamento marítimo de Cádiz. En 1763, estando al mando del capitán de navío don José de Somaglia, y en compañía de los navíos África, Héctor y Princesa y los mercantes San José y Sol, llevó tropas y pertrechos a la Habana. Don José de Zapiaín, comandante de la escuadra, quedó en la Habana con los navíos Aquiles y Héctor. Zarpó de Veracruz en solitario el 17 de junio y de la Habana el 9 de julio con el navío de registro San Pedro y San Pablo y la fragata Astrea. Llegan al puerto de Cádiz el 2 de septiembre de 1765, llevando a bordo 2.117.023 pesos fuertes y varios productos.

En octubre de 1765 zarpa de Cádiz rumbo a Veracruz mandado por el capitán de navío don Joaquín de Zabalza, regresando a Cádiz con caudales y otros productos. En febrero de 1766 se encontraba en el arsenal de La Carraca para ser carenado y reparado, siendo el presupuesto tan costoso que en el mes de julio todavía no habían comenzado. A primeros de junio de 1767 llega a Cartagena desde Cádiz al mando del capitán de navío don Francisco Espínola.

A finales de octubre de 1768 se encontraba en mal estado en Cádiz. Se decide su envío a Cartagena para ser carenado, cuyas obras se estimaban en no menos de cinco meses de trabajo. A propuesta de Francisco Gautier, director general de construcciones y carenas, el navío Aquiles quedó excluido y desarmado en Cartagena en agosto de 1770, después de una visita que realizó al departamento marítimo.

A partir de esta fecha comenzó su historial como buque de registro y, como tal, realizó numerosas travesías al océano Pacífico, cambiando su nombre por el de Santiago Apóstol, alias Aquiles. El 7 de abril de 1773 zarpó de Callao como buque de registro y entró en la bahía de Cádiz el 10 de septiembre. El 19 de septiembre de 1776 regresa a Cádiz procedente de Callao de Lima con 889.089 pesos y otros productos. En 1776 realizó una nueva travesía de Cádiz a los puertos de mar del Sur, regresando a Cádiz en 1778 al mando del capitán don José de Arróspide.

En agosto de 1779 llegó al puerto de El Callao de Lima desde Cádiz. Ya en plena guerra con los británicos se emitió una Real Orden el 15 de marzo de 1780 para que se armasen en guerra varios navíos de registro, entre ellos el Aquiles, e incorporasen a la escuadra al mando del brigadier don Antonio Vácaro. En septiembre de 1780 embarcó en el puerto de Callao al virrey saliente don Manuel de Guirior, que es llevado a Valparaíso para su regreso a la Península, zarpando desde Buenos Aires.

El 10 de enero de 1781 se armó en guerra en el Callao. Ese mismo día se nombra como comandante al capitán de fragata don Benito Jiménez Guzmán, y su segundo a su dueño don Manuel Calvo, habilitado por el Virrey como teniente de navío. El 11 de septiembre de 1781, cuando se encontraba en Talcahuano, se nombra como comandante al capitán de navío don Manuel de Eguía. El 16 de noviembre de 1782 se ordena a su comandante dirigirse al puerto de Callao para ser desarmado y entregarlo a su dueño. El 15 de enero de 1783 se desarmó en el Callao y se entregó a su dueño, volviendo a servir, a partir de entonces, como navío mercante.

El 25 de marzo de 1785 zarpa del puerto de Callao y entra en Cádiz el 29 de julio. A finales de 1785 zarpa de Cádiz rumbo al puerto de El Callao de Lima. El 22 de agosto de 1789 regresa a Cádiz procedente del Callao con 731.468 pesos, cobre, cacao y otros efectos. El navío Santiago Apóstol, alias Aquiles, zarpó de El Callao de Lima rumbo a Cádiz el 10 de noviembre de 1792. Era su capitán y dueño don Manuel Calvo (escrito con “b” en algunos documentos). Salió en conserva de otros buques de registro, como la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y San Francisco de Paula, alias Unión. Dicha fragata consiguió entrar en Cádiz el 15 de abril de 1793, pero no el navío Aquiles. Cuando se hizo a la vela desde el Callao no había comenzado la guerra contra la República francesa. Francia estaba en guerra con Gran Bretaña desde primeros de febrero de 1793 y declaró la guerra a España el 7 de marzo de 1793.

Es capturado el 7 de abril de 1793 por el corsario francés General Dumourier (22 cañones de a 6 libras y 196 hombres), tras cinco horas de duro combate. Durante el combate, el navío español tuvo 10 muertos y 37 heridos. Pocos días después, el 17 de abril, la fragata británica Phaeton, de 38 cañones y al mando del capitán Andrew Snape Douglas, capturó a 140 leguas al oeste del cabo Finisterre al corsario francés y represó al navío español, siendo ambos buques llevados a puerto británico.

Esta fragata pertenecía a la escuadra del contralmirante John Gell, que zarpó el 5 de abril rumbo a la base de Gibraltar. Dicha escuadra estaba compuesta por los navíos St.George, 98, insignia de Gell, capitán Thomas Foley, Boyne, 98 cañones, capitán William A. Otway, Ganges, Edgar y Egmont, de 74 cañones, mandados por los capitanes Anthony James Pye Molloy, Albermarle Bertie y Archibald Dickson. Esta escuadra pertenecía a una escuadra superior, a la del mando del vicealmirante Lord Hood, que izaba su insignia en el Victory.

La pérdida de este buque mercante fue uno más de los buques perdidos en la guerra, pero tuvo graves repercusiones en el futuro. Los británicos estimaron el valor de la captura en unas 900.000 libras esterlinas. Algunas fuentes elevan la suma hasta 1.200.000 ó 1.300.000. El valor actual sería de 100 millones de libras. Los caudales fueron llevados a la Torre de Londres en 21 carros, escoltados por una compañía de dragones, una imagen que recuerda a tiempos pasados con las capturas realizadas por piratas famosos como Morgan o Drake. Según documentos españoles, el valor de la carga embarcada en el navío Aquiles superaba los cuatro millones de pesos, de los que poco más de dos millones eran en monedas de plata y oro y el resto es el valor de los productos que transportaba, desglosado de la siguiente manera:

Para Su Majestad:

200.000 pesos, 3 reales, correspondientes a la Real Hacienda.

11.267 pesos, 4 reales, correspondientes a la Real Orden de Carlos III.

92.351 pesos, 7 reales, correspondientes a la Renta de Tabacos.

1.124 pesos, 2 reales, correspondientes a los sueldos supernumerarios.

3.390 pesos, 5 reales, correspondientes a los sueldos de Real Hacienda.

29.477 pesos, 1 real, correspondientes a Asignaciones y reintegros.

7. 203 pesos, 7 reales, correspondientes a Pensiones y Obras Pías.

49.088 pesos, 7 reales, correspondientes a Azogues de Europa.

2.704pesos, correspondientes a la Casa de la Moneda.

40.000 pesos, correspondientes a la Renta de Correos.

64.000 pesos, correspondientes a Temporalidades.

Total: 500.240 pesos.

1 cajón con partidas de oro y plata amonedadas del año 1791.

1 bote con piezas minerales.

1 caja con vegetales para el Jardín Botánico.

63 piezas de varias maderas.

13 quintales de palo santo.

147 cajones de cascarilla para la Real Botica.

Para particulares:

1.635.038 pesos, en plata y oro.

7.044 marcos, 2 onzas de plata labrada pasta y piedras.

707 castellanos de oro en alhajas.

2.135.278 pesos en productos.

4.898 quintales de cobre en 2.774 barras.

520 quintales de estaño en 877 barras.

3.191 cargas con 44 libras de cacao y 75 libras de mantequilla.

375.795 libras de cascarilla en 2.571 cajones.

380 libras de extracto de cascarilla.

31.259 libras de lana de Vicuña.

625 arrobas y 9 libras de azúcar.

150 libras de bálsamo.

8 docenas de cueros de Cordobanes.

119 piezas de pieles de lobo marino.

4 barriles de miel, 3 barriles de vino.

1 cajón con ornamentos.

Otros 9 cajones con menudencias de corta consideración.

Los británicos se quedaron con el navío español y los caudales, a pesar de ser aliados en la guerra contra los franceses y de las reiteradas quejas que se realizaron ante la corte británica. Con las protestas españolas comenzó un largo debate. El 11 de diciembre de 1793 el Alto Tribunal del Almirantazgo (High Court of Admiralty) sentenció que el navío Aquiles debía ser restaurado a España, menos un octavo del valor por los gastos del salvamento. Los agentes de los capitanes británicos apelaron esta decisión y, finalmente, se llegó a una conclusión el 4 de febrero de 1795, por la que los captores británicos podrían repartirse 935.000 libras esterlinas. Había para todos. El almirante Lord Samuel Hood se llevó 50.000 libras.

La razón por la que el Tribunal de presas británico sentenció que la presa era legítima, era por que atribuían a los franceses haber transbordado la plata y oro a su buque, y allí lo encontraron los británicos, en el buque francés, y no en el español. Habían pasado más de veinticuatro horas en poder del buque y, por tanto del armador francés, por ello a tenor del derecho marítimo era declarado buena presa. Pero los británicos se olvidaron del convenio que se ajustó entre las dos naciones aliadas, y firmado por el embajador de Su Majestad Británica en España Lord Saint Helens y el Secretario de Estado don Manuel Godoy, por el cual estaban obligadas a restituirse los cargamentos y buques represados del enemigo francés. Pero obviamente esto no era un buen negocio para los piratas isleños.

Bibliografía:

A.G.I. Lima, 660, N. 7. Carta del virrey del Perú Agustín de Jáuregui a José de Gálvez, Secretario de Estado de Marina e Indias. Lima, 5 de Abril de 1780.

A.G.I. Lima, 659, N. 125. Jáuregui a Gálvez. Lima, 20 de Septiembre de 1780.

A.G.I. Estado, 75, N. 94. Carta del capitán Benito Jiménez Guzmán, a bordo del navío Aquiles. Talcahuano, 11 de septiembre de 1781.

A.G.I. Estado, 75, N. 94. Carta del capitán Manuel de Eguía. Lima, 15 de enero de 1783.

A.G.I. Estado, 75, N. 94. Carta del brigadier Antonio Vácaro, a bordo del navío América. Talcahuano,21 de abril de 1783.

A.G.I. Estado, 75, N. 94. Carta del capitán Manuel deEguía. Lima, 15 de enero de 1783.

A.H.N. Consejos, 21449, Exp. 4. Recurso de Diago García Quintana contra Ramón Vitón sobre indemnización por pérdida de caudales en el apresamiento del navío Aquiles. En este documento aparece el navío con el nombre de Santiago el Fuerte, alias Aquiles.

Boswell, James. The Scots Magazine. Volumen 55. Edimburgh, 1793.

Colección Documentos Vargas Ponce.: Tomo XXXVII, Doc. 24, Fol. 26. Carta de Julián de Arriaga a Juan Domingo de Medina. San Ildefonso, 7 de Agosto de 1770.

Contaduría de la Real Aduana de Lima, 10 de diciembre de 1792, pp. 269-271.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Tomo VIII. Museo Naval, Madrid, 1973.

Gaceta de Madrid, nº 65. Cádiz, 5 de agosto de 1785, p. 631. Publicado en Madrid el 16 de agosto de 1785.

Gaceta de Madrid, nº 71. Cádiz, 25 de agosto de 1789, p.603. Publicado en Madrid el 4 de septiembre de 1789.

James, William.: The naval history of Great Britain, from the declaration of war of France in 1793, to the accession of George IV. Tomo I. Editor R. Bentley, 1860.

Lafuente, Modesto.: Historia General de España. Tomo XI. Madrid, 1862.

Manera Regueyra, Enrique.: La política naval españoladel rey Carlos III. Revista General de Marina. Agosto de 1986.

Mercurio histórico y político. Septiembre 1765. Tomo CLXXIX.

Mercurio histórico y político. Septiembre 1773, Tomo III, p. 49.

Mercurio histórico y político. Octubre 1776, Tomo III, p. 195.

Mercurio peruano. Volumen 6, número 205, 20 de diciembre de 1792.

Montojo, Luis.: Santiago Agustín de Zuloaga. Revista General de Marina. Abril de 1841.

Quintero González, José.: La Carraca. El primer arsenal ilustrado español (1717-1776). Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid, 2004.

Rosas Lauro, Claudia.: Del trono a la guillotina: el impacto de la Revolución francesa en el Perú (1789-1808). Fondo Editorial PUCP (Pontificia Universidad Católica de Perú), 2006.

Todoavante ©

Herramientas personales
Espacios de nombres
Variantes
Acciones
Navegación
Hª NAVAL de ESPAÑA
Estado Mayor
Ordenes Militares
Flotas
Buques General
De 1248 a 1514
De 1515 a 1700
De 1701 a 1833
De 1834 a 1957
Herramientas