Serna y de la Riva, Jose de la Biografia

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José de la Serna y de la Riva Biografía



Capitán de fragata de la Real Armada Española.

Orígenes

Vino al mundo el 27 de marzo de 1785 en la población de Santoña, actual provincia de Santander, siendo sus padres don Fernando de la Serna y de Hocina, y doña Teresa de la Riva y de Mazas.

Hoja de Servicios

Sentó plaza de guardiamarina el 29 de septiembre de 1801, a la edad de dieciséis años en la Compañía del Departamento de Ferrol. Expediente N.º 3.108.

Estando embarcado en prácticas a bordo del bergantín Descubridor, el 28 de noviembre de 1803, entabló combate con un corsario británico, al que después de dos horas de lucha se le pudo poner en fuga, fue llamado a la Compañía siéndole entregado el 9 de junio de 1804 su ascenso a alférez de fragata.

Realizando posteriormente cuatro viajes redondos en comisión de correo con derrotas a Cartagena de Indias, Veracruz y la Habana.

Pasó embarcado al navío Monarca, perteneciente a la escuadra combinada de Villeneuve y Gravina, realizando toda la campaña hasta el combate de Trafalgar, el navío estaba al mando de don Teodoro de Argumosa, situado en la línea del combate por la popa de francés Fougueux; durante cinco largas horas se batió contra un grupo de cuatro o cinco navíos británicos, cayendo herido por dos veces y siendo hecho prisionero; el buque quedo totalmente mocho y agujereado y al sobrevenir el temporal, se halló ocho días después frente a las costas de Sanlúcar, donde se había ido a pique.

Al ser canjeado y recuperarse de sus heridas, se le dio un destino menos ajetreado, hasta recuperar totalmente su salud, por ello se le destinó al servicios de arsenales, encontrándose mejor se le nombró Ayudante en la compañía de Guardiamarinas del Departamento de Cádiz.

Por Real orden del 9 de noviembre de 1805 se le ascendió al grado de alférez de navío, por la promoción especial ordenada por don Carlos IV para todos los que habían participado en el combate anterior.

Al sobrevenir la invasión napoleónica, se le nombró Ayudante del segundo Batallón de Infantería de Marina, como a tal tomó parte en las acciones de Zorzona, Durango, San Pelayo, Lugo y en el famoso de Espinosa de los Monteros el 10 de noviembre de 1808, donde fue herido de nuevo.

Por el valor demostrado en este combate, se le entregó la Real orden del 23 de febrero de 1809, siendo ascendido al grado de teniente de fragata.

Al recuperarse de su herida, se le destinó el 1 de septiembre siguiente como segundo ayudante general, de la cuarta división del ejército de operaciones del Norte, tomando parte en la defensa de la población de Astorga; de nuevo y por su valor demostrado más sus acertadas disposiciones, se le propuso para su ascenso a teniente coronel.

Conocedores sus jefes de sus dotes, con fecha del 26 de marzo de 1810, se le ordenó hacerse cargo en funciones como Ayudante General de todas las fuerzas del ejército del Norte.

Como premio inmediato a su extraordinario comportamiento en la acción anterior, se le entregó la Real orden del 15 de abril de 1810, con su ascenso al grado de teniente de navío.

Justo después de su ascenso, del cual aún no tenía noticias, con su unidad se enfrentó a quinientos franceses, con intención de ocupar Ponferrada, a los que venció y el resto se dio a la fuga; a la mañana siguiente vió a un cuerpo de una cantidad parecida de ellos que se dirigían a Membribe, por ello se encaminó a esta población, donde les presento combate y logró frenarlos, hasta ser reforzado por el primer Batallón de Infantería de Marina, unidos les obligaron a retroceder en una huida sin freno, entregando el mando y regresando a su destino en el cuartel general.

Sobre finales del mes de septiembre, se le otorgó el mando de la división del centro y con esta unidad estuvo combatiendo contra los franceses por las montañas de León. Pasando a ocupar por espacio de dos meses el destino de Mayor General de su ejército.

Pero estando en él, recibió la orden a finales de abril de 1811 del Director General de la Armada, para presentarse en Ferrol, pues era necesario en el mando de buques y por ello dejó la tierra, para incorporarse a su nuevo destino.

Su primer destino fue la fragata Venganza, zarpando en mayo de 1812 con tropas destinadas a Tierra Firme, misión que cumplió sin contratiempos; en su permanecía en aquellas aguas, estuvo al mando de una división de botes y lanchas cañoneras, con las que dió protección en el río Medellín para evitar fueran atacadas las tropas y convoyes con destino a Veracruz, donde se volvió a cubrir de gloria, pues siempre supo salir de los enfrentamientos y cumpliendo su misión a la perfección; regresando a la bahía de Cádiz en noviembre de 1813, poco después se le ordenó trasbordar a la fragata Ifigenia, ésta formaba parte de la expedición del general Pablo Morillo, quien al mando de un ejército debía ser trasportado a Cartagena de Indias.

A su llegada en el mes de abril siguiente se vieron atacados por las lanchas de flecheros de Pueblo Mar, por ello tuvieron que armar los botes de los buques y hacerles frente, y a su vez para poder desembarcar las tropas, su decidida actuación fue calificada por sus jefes como, muy distinguida.

El 7 de septiembre de 1815 se enfrentó a un corsario para que soltase a una presa española, consiguiendo al fin lograrlo, aunque para ello, tuvo que meterse debajo de los cañones de las fortaleza de Cartagena de Indias, de donde salieron buques enemigos para arrojarlo de allí, pero por su denodada decisión, logró contestar a los cañones de las fortalezas y poner en fuga a los bongos de Cospique que intentaban hundir su buque, regresando con la represada nave.

Prosiguió sus combates en días sucesivos, al mando de las lanchas cañoneras con las que bombardeó Cartagena de Indias el 24 de octubre, entraron en la bocana del puerto y a viva fuerza, lograron rendir y sacar a una goleta tomada al abordaje.

El 11 de noviembre se le dio el mando de los bongos de Cospique, con sus naves apoyó al ejército, por la efectividad de su bombardeo del 12 sobre Caño de Oro, permitió tomar a las tropas posiciones muy ventajosas de Tierra-Bomba, donde los insurgentes mantenían una división de seis goletas y una balandra, obligándoles a zarpar y abandonar sus posiciones, a su salida a la mar continuó disparándoles, esta acción permitió tomar Cartagena de Indias, habiendo estado presente en cuantos combates fueron necesarios para lograr este fin.

Por sus méritos ya contrastados, pero que de nuevo volvieron a ser evidentes, se le entregó la Real orden del 12 de marzo de 1816, notificándole su ascenso al grado de capitán de fragata.

Terminada la campaña trasbordo al bergantín-goleta Churruca, regresando a la bahía de Cádiz, dejando caer el ancla el 8 de mayo de 1817, trayendo la buena noticia de la reconquista de tan importante plaza.

Se le nombró Ayudante de la Mayoría del Arsenal de Ferrol, por ello tuvo que realizar el viaje hasta este Departamento, un tiempo después se le volvió a designar al sexto Regimiento de Marina con el grado de teniente coronel.

En 1820 se desplazó con su unidad hasta Coruña, estando en ella le llegó la confirmación de su grado y mando, por Real orden del 13 de julio de 1821, pues hasta ese momento lo estaba como graduado.

En el mes de septiembre de 1822 se destinó su unidad al quinto distrito, correspondiente a las tierras de Aragón y Cataluña, para tratar de enfrentarse y poner coto, a las numerosas partidas reaccionarias que por estas tierras andaba a sus anchas, pues era a su vez el fruto de la revolución de 1820.

Logrando cortar los progresos del cabecilla de estas fuerzas, llamado Bessieres, no siendo difícil saber su procedencia.

El 13 de enero de 1823 en uno más de los muchos combates, esta vez sobre el puente de Armentia, se enfrentó a estas fuerzas revolucionarias y en uno de los ataques encontró la muerte.

Lápida en el Panteón de Marinos Ilustres de don José de la Serna y de la Riva. Capitán de fragata de la Real Armada Española.
Lápida de José de la Serna y de la Riva.
Cortesía del Museo Naval. Madrid.

Por toda su inmejorable trayectoria en la Real Armada dejó un grato recuerdo, en agradecimiento la Corporación quiso perpetuar la ejemplar carrera militar de este marino, traduciéndose en colocar una lápida, en la quinta capilla del Este, del Panteón de Marinos Ilustres donde se encuentra el mausoleo del general Armero.

En ella figura la siguiente inscripción:

A la memoria

del Capitán de fragata

Don José de la Serna

Muerto gloriosamente en la acción de Armentia

contra el cabecilla Bessieres mandando el sexto

Regimiento de Marina en 13 de enero de 1823.

Bibliografía:

Cervera y Jácome, Juan. El Panteón de Marinos Ilustres. Ministerio de Marina. Madrid. 1926.

Cervera Pery, José.: El Panteón de Marinos Ilustres, trayectoria histórica, reseña biográfica. Ministerio de Defensa. Madrid, 2004.

Enciclopedia General del Mar. Garriga, 1958. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Priego López, Juan.: Guerra de la Independencia 1808-1814. Servicio Histórico Militar. Editorial San Martín. Madrid, 1972. Volúmenes del I al VI, en 7 tomos.

Priego Fernández del Campo, José.: Guerra de la Independencia 1808-1814. Editorial San Martín. Madrid, 2000. Continuación de la anterior por el hijo del primero. Volúmenes VII a IX, e 6 tomos. Terminándose en 2007.

Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

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