Ferrolano (1860)
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Construcción:
Vapor de ruedas construido en Estados Unidos con casco de hierro. Adquirido en 1860 en Nueva York junto al vapor Gaditano para servir de remolcadores en la Armada. Costó 392.348,50 pesetas.
Desplazaba 275 toneladas. Medía 39,25 metros de eslora, 6,90 de manga, 3,13 de puntal y 2,80 de calado. Tripulado por 56 hombres.
Disponía de una máquina de 100 caballos nominales, con 2 calderas y seis hornos, que le daban una velocidad de 9 nudos. Podía llevar 65 toneladas de carbón.
Armado en 1873 con 2 cañones de bronce rayados de 12 cm.
Historial:
En este vapor estuvo embarcado el teniente de navío don Cesáreo Fernández Duro con el que tomó parte en la guerra de África en 1860.
Cuando comenzó la guerra carlista, en 1873, se armaron los dos vapores Ferrolano y Gaditano para operar en la ría de Bilbao, al igual que otros dos remolcadores, el de ruedas Aspirante y el de hélice Guipuzcoano. Ese mismo año de 1873 tuvieron que abandonar la ría los dos vapores ante la falta de municiones, poniendo rumbo a Santander.
Al comenzar la guerra estaba al mando del teniente de navío don Guillermo Lobé, que sería sustituido por el teniente de navío don Narciso Rodríguez Lagunilla y después por el también teniente de navío don Dionisio Sola y Tejada.
Al constituirse las Fuerzas Navales del Norte, en enero de 1874, se incorporó a ellas, aunque se encontraba con averías y en malas condiciones. De Ferrol llegaron los recursos necesarios para ponerlo en estado operativo, construyendo dos reductos blindados a proa y popa para defender a los sirvientes de sus dos piezas de artillería.
Realizó numerosos servicios en esta guerra, principalmente el bombardeo de posiciones enemigas y apoyo a las tropas. Las tropas liberales que combatían en el río Oria tuvieron que retirarse a San Sebastián, siendo apoyados en la retirada por la corbeta África y el vapor Ferrolano entre el 21 y el 23 de mayo.
El 24 de mayo de 1875 fue alcanzado por varias granadas carlistas en Motrico. Al realizar un reconocimiento frente a Motrico para localizar la batería, los buques del capitán de navío don Victoriano Sánchez Barcáiztegui, los vapores de ruedas Colón y Ferrolano y la corbeta África, son alcanzados por dicha batería, causando averías en el Ferrolano. Al ser alcanzado el Colón, fallece el capitán Sánchez Barcáiztegui y casi todo su Estado Mayor. Sirvió en la escuadra durante más de dos años, hasta finalizar la guerra carlista, en 1876.
En 1876 se formó una división al mando de don José Maymo, compuesta por la fragata blindada Numancia, la corbeta Consuelo, la goleta Caridad y el vapor Ferrolano. Esta división fue al puerto francés de San Juan de Luz para recoger a la reina madre Isabel II y llevarla a Santander, terminando su exilió que comenzó en 1868.
Desarmado y dado de baja en 1888. Vendido para su desguace en 1897.
Bibliografía:
Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1868-1898. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 1995.
Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada española. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga Editores. Madrid, 1997.
El Mundo Naval Ilustrado. Año 1, nº 1. Madrid, 1º de mayo de 1897, página 6.
Pardo San Gil, Juan.: “La Marina en la última guerra carlista (1872-1876)”. Revista Ristre. Julio-agosto 2003, nº 9.
Pardo San Gil, Juan.: “Las operaciones navales en las Guerras Carlistas”. Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco. Año 2006, nº 5. Museo Naval. Donostia-San Sebastián.
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