Auñon y Villalon, Ramon Luis Biografia

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Ramón Luis Auñón y Villalón Biografía


 foto de don Ramón Luis Auñón y Villalón. Contralmirante de la Real Armada Española. Caballero de la Orden Militar de Santiago. VII Marqués de Pilares.
Ramón Luis Auñón y Villalón.
Contralmirante de la Real Armada Española.

Caballero de la Orden Militar de Santiago.

Comendador de la Real y Muy Distinguida Orden Española de Carlos III.

VII Marqués de Pilares.

Gentil hombre de Cámara de Su Majestad.

Ministro de Marina.


Orígenes

Vino al mundo el día 25 de agosto del año de 1844 en la población de Morón de la Frontera, provincia de Sevilla, siendo sus padres, don Antonio José Auñon León y de su esposa, doña María Josefa Villalón y Tamariz, ambos naturales de la misma población.

Hoja de Servicios

Elevó solicitud y se le concedió la Carta Orden de ingreso en el Colegio Naval Militar, sito en la población de San Carlos, sentando plaza de aspirante el día veinticuatro de agosto del año de 1855, por lo que ingresó en la Armada con la edad de once años, aunque le faltaba un día para cumplirlos. Expediente. N.º 4.376. Fue buen estudiante y sobre todo llamaban la atención sus formas, al pasar el pertinente examen con la primera nota entre sus compañeros se le ascendió a guardiamarina de segunda por Real Orden del día diez de octubre del año de 1859.

Como era preceptivo en la época, nada más obtener el ascenso se le destinó a embarcar, siendo su primer buque la fragata Perla, en la que permaneció un tiempo, recibiendo la orden de trasbordar al vapor de ruedas León, para finalmente tener la suerte de trasbordar al navío Reina Doña Isabel II, pero no se quedó en él pues posteriormente trasbordó a la fragata Cortés con la que participó en el bombardeo de Larache y Arcila en el mes de febrero del año de 1860, donde demostró su buen hacer y se cubrió de gloria, pues le fue concedida la Cruz de la Marina de Diadema Real.

Permaneció durante un tiempo realizando viajes entre diferentes puestos del Mediterráneo, al regreso de uno de ellos se le examinó para poder pasar a guardiamarina de primera, teniendo una nota excelente ya que se puso el primero de su promoción, por lo que se le otorgó como premio permanecer seis meses menos en su categoría para ascender antes.

Fue destinado al vapor Isabel II, del cual era comandante el posteriormente notable don Casto Méndez Núñez, quien le dio plaza de oficial interino, con el que permaneció un tiempo en navegaciones por todo el Mediterráneo y las aguas del océano que bañan las costas e islas españolas, siendo destinado el vapor a la toma de Puerto Plata, por haberse declarado una insurrección en la isla de Santo Domingo, a su regreso pasó el pertinente examen de nuevo, volviendo a sacar la máxima nota siendo ascendido a su primer grado de oficial, entonces alférez de navío en el mes de junio del año de 1864.

Continuó embarcado y navegando, pero ahora ya con algunos viajes a la isla de Cuba. Sobrevino la Revolución de 1869 y se mantuvo al margen, solo obedecía las órdenes de sus superiores, lo que le granjeo una buena amistad con muchos de ellos, esto provocó que el Ministro de Marina don Juan Bautista Topete, le otorgara el ascenso a teniente de navío y las condecoraciones de: Cruz de caballero de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III y la Cruz al Mérito Naval con distintivo Blanco.

La Numancia junto a otros buques españoles e italianos, zarpó del puerto de Cartagena el día veintiséis de noviembre del año de 1870, con la representación de la Cortes Constituyentes que iban a ofrecer el trono de España a don Amadeo de Saboya, el cual aceptó y embarcó con toda su familia para ser transportada a España, con el orgullo de ser el nuevo Rey, el buque iba al mando del capitán de navío Díaz Herrera y el ministro de Marina Beránger, donde se izó el estandarte Real.

En la estancia en el puerto de Hostia de la escuadra española y la italiana que le hacía compañía, el Rey Víctor Manuel de la casi recién creada Italia, entregó como agradecimiento a todos los oficiales, jefes y almirantes, la condecoración de ‹Oficial de la Corona de Italia›

A su regreso de este magno acontecimiento, se le destinó como Mayor General de la Escuadra de Instrucción, acudiendo con ella al completo para recibir en el límite de las aguas territoriales de España, a la reina Victoria del Reino Unido, siendo la primera vez que acudía a la Península.

El Ministro señor Antequera quería realizar unas nuevas reformas en las Ordenanzas de la Armada Real, siendo conocedor de la valía de Auñón lo comisionó como Secretario de la Junta. La obra que partía de las de Mazarredo de 1793 fue verifica por completo ya que las circunstancias y materiales habían cambiado en su totalidad, por lo que la Junta tuvo que revisar por completo las anteriores quedando al día en su legislación, pero el trabajo fue rápido gracias a las ganas de su secretario ya que estaban listas solo seis meses después, de hecho las nuevas ya legislada, alcanzó en su totalidad la cifra de veinte tomos. Ello le llevó a ser llamado por el propio Monarca, pues quería conocer en persona a tan trabajador oficial. Y el mismo Ministro, se culpó de no poder darle mayor difusión al gran trabajo realizado en varias ocasiones, por no ser de dominio público.

Pero al parecer aun tuvo tiempo, ya que en sus ratos libres escribió y se publicó ‹Manual del Marinero y Contramaestre› siendo tan bien acogida la obra por su desmenuzado propósito de enseñar, que se le concedió la: Cruz de primera clase al Mérito Naval con distintivo Blanco.

En el año de 1874, por Real Orden se le ascendió al grado de teniente de navío de primera clase, siéndole entregado el mando de la goleta Ceres, pero para tomar el mando tuvo que viajar de transporte hasta el puerto de Montevideo, de donde zarpó con rumbo al de Buenos Aires arribando el día veinte de noviembre del mismo año, tomando el mando y ejerciendo de patrulla cruzando por el Río de la Plata; al terminar el periodo de estancia fuera de la Península, regresó a la bahía de Cádiz, donde continuó navegando por el estrecho de Gibraltar y las aguas costeras del océano que bañan la Península.

Estando en ella sin destino volvió a coger la pluma, de la que salió una obra con el título de «Guía del Oficial de Guardia»; «Observaciones a la Instrucción sobre Honores y Saludos»; «Adicciones al Código de Señales» y «Creación de Bibliotecas en los buques» Todo ello tuvo una gran aceptación a nivel del Ministerio, lo que le llevó a ser graduado como teniente coronel del Real Cuerpo de Infantería de Marina.

En el año de 1879 se le destinó a la isla de Cuba, pero estuvo poco tiempo, cumpliendo con la misión principal a la que allí se destinaban los pocos medios de que disponía la Armada, que no era otra que patrullar las aguas para evitar el desarrollo de la insurrección, contribuyendo a asestar algún golpe, con el apresamiento de varios buques que transportaban armas para ellos. Por estas acciones se le condecoró con la Cruz de segunda clase al Mérito Naval con distintivo Blanco.

En el año de 1880 se le llamó a Madrid, para que supervisará la impresión y distribución de su obra: «Manual del Marinero y Contramaestre» encontrándose en este trabajo por haber cumplido el tiempo reglamentario se le entregó la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, pasando en el mes de julio a tomar el mando de la goleta Diana, la cual estaba destinada a proteger nuestros presidios norteafricanos.

En el año de 1883, iba de tercer comandante de la fragata Lealtad, arribando al Támesis donde se iba a celebrar en Londres una exposición de pesca, permaneciendo atracado hasta que terminó ésta, regresando el buque a Ferrol, donde se le comisionó para trasladar los restos mortales del insigne don Casto Méndez Núñez de Vigo a la población de San Fernando, para ser depositados en el Panteón de Marinos Ilustres.

En el año de 1884 por Real Orden se le ascendió al grado de capitán de fragata, pasando a ocupar diferentes puestos en el Ministerio de Marina, donde era muy apreciado por sus compañeros. En los tiempos libres de su trabajo, volvió a coger la pluma y compuso algunos trabajos muy notables con una prosa agradable, que lo reputó como un buen literato, lo que le valió a su vez, para dar conferencias en diferentes organismos civiles como el Ateneo, siempre extendiendo el conocimiento de la Real Armada al gran público y escribió la: «El Código penal de la Marina de Guerra» quedando como un gran entendido jurisconsulto.

Poco después ya como diplomático acudió al Congreso Internacional de Bruselas y formó parte de la embajada española que acudió a la boda del rey de Portugal y como un gran difusor de la Armada, consiguió que ciertas damas formaran corporaciones, para ir haciendo la entrega de las banderas de combate a los buques de guerra; siendo el mayor impulsor en la celebración del tercer centenario de la muerte del insigne don Álvaro de Bazán, del cual se pudo montar una exposición de sus efectos, haciéndose responsable de la guarda de la espada y la llaves de la ciudad de Túnez, que fueron cedidas para la ocasión por el actual marqués de Santa Cruz (1888)

De nuevo debía cumplir su periodo de tiempo a bordo con el nuevo grado, por lo que en el año de 1888 se le entrega el mando del crucero Infanta Isabel, que se hallaba estacionado en el Río de la Plata, allí tuvo que navegar de transporte para hacerse cargo de su buque.

Encontrándose aquí, fue reconocido por sus grandes dotes y conocimientos sobre muchos aspectos, tantos que era miembro de varias asociaciones españolas en la zona, por las continuas conferencias que impartió, el Gobierno de Uruguay lo llamó para presidir los exámenes de su Colegio Militar, al mismo tiempo fue reclamado en varias ocasiones para hacer de juez en algunos de los accidentes entre buques en el Plata; se le comisionó para que fuera el encargado de entregar los premios a las personas que habían salvado la vida a algún náufrago; fue comisionado por el Rey de España, para que acudiera a la toma del nuevo Presidente de Uruguay, siendo el único representante extranjero ya que el único Presidente que acudió fue el de Argentina y ambos después de la toma de posesión abordaron el buque español, donde departieron sin prisas ni molestias.

Tuvo una muy destacada actuación al declararse la Revolución en Argentina, ya que intentaban bombardear la ciudad de Buenos Aires sus propias fuerzas; intervinieron todas las potencias extranjeras y no les convencieron, por lo que todos recurrieron a Auñón para que tomara el mando de la fuerzas navales extranjeras e impidiera el ataque, pero él se fue con su buque a parlamentar con los revolucionarios, después de unas horas estos quedaron convencidos dejando las armas y sus inquietudes para otra ocasión. Tanta fue su fama, que el día que embarcó para regresar a España, los buques de las Repúblicas del Plata y particulares, le acompañaron gritándole con vivas a su persona, hasta algo más de treinta millas de distancia de la desembocadura. Y por sus distintas victorias políticas, el Rey de España le envío en cinco ocasiones las Gracias Reales.

Habiendo ascendido a capitán de navío, se le nombró Gobernador Civil de la ciudad de Barcelona, donde realizó sus primeros contactos con el Partido Liberal.

En el año de 1892 se afilió al Partido Liberal liderado por don Práxedes Mariano Mateo Sagasta, el Presidente se fijó en Auñón, siendo propuesto para formar parte como Consejero de la Corona, lo que le iba a dar una mayor fama y respeto, que por otra parte eran la base de su gran formación.

Se le propuso para figurar en las listas para representar al Partido en su tierra, así en las elecciones de 1893, saca escaño de Diputado por la circunscripción de Cádiz, al terminar esta legislatura, se vuelve a presentar en las elecciones de 1896, siendo otra vez elegido como diputado por la misma circunscripción, la cual no abandonaría nunca a lo largo de su carrera política, repite en las del año de 1898, volviendo a sacar el escaño de diputado.

Por el asesinato de don Antonio Cánovas del Castillo, ocurrido el día ocho de agosto del año de 1897 en el balneario de Santa Águeda, provincia de Guipúzcoa tomó el poder don Práxedes, formando Gobierno y como Ministro de Marina se nombró a don Segismundo Bermejo y Merelo, con él al frente se desarrolló la primera parte del desastre de la guerra con los Estados Unidos, con la pérdida de las islas Filipinas, lo que forzó a Sagasta a cambiar de Ministro, entrando el día dieciocho de mayo del año de 1898, don Ramón Auñón que en esos momentos ya era capitán de navío de primera clase, quien sufrió las consecuencias de la perdida de la isla de Cuba y Puerto Rico, pero permaneció en el cargo hasta el día cuatro de marzo del año de 1899.

Éste mismo año, se volvió a presentar a las elecciones saliendo elegido, permaneció en su escaño y de nuevo en las elecciones del año de 1901, volvió a presentarse saliendo elegido de nuevo. En las próximas elecciones celebradas en el año de 1904 se presentó de nuevo, pero como Senador, saliendo elegido por la misma provincia de Cádiz, al terminar ésta legislatura, fue nombrado capitán general del Departamento Marítimo de Cartagena llevando ya el entorchado de contralmirante, donde permaneció entre los años de 1906 a 1908.

Al dejar el mando del Departamento se le nombró vocal del Supremo de Guerra y del Consejo de Estado, siendo Presidente de la Junta de Emigración y entre los años de 1911 a 1914 ocupó el escaño de Senador Vitalicio. Pero por lo vaivenes de la política, al disolverse las Cámaras en el año de 1923, se le eligió como Vicepresidente del Senado.

Siendo Senador, hizo una enmienda a la propuesta de escuadra del Ministro Ferrándiz, en el discurso del día veintiséis de noviembre del año de 1904, por su extensión no es posible transcribirla toda, ya que la enmienda era a la totalidad del plan de escuadra, por ello solo nos haremos eco del plan de escuadra que Auñón pedía al Gobierno:

12…Acorazados de 14 á 15.000 toneladas………174.000
9…Cruceros exploradores de 3 á 4.000……………31.500
6…Cazatorpederos de 300 á 400……………………2.100
40…Torpederos de 120 á 130…………………………5.000
30…Torpederos de 70 á 80……………………………2.250
2…Buques mixtos para escuelas………………………6.000
1…Buque sumergible experimental……………………150
Totales 100……………………………………………221.000

Quedando claro para la Historia que no prosperó, ni la propuesta ni la enmienda.

A lo largo de su carrera política, fue presidente de varias comisiones, pues siempre que había algo que tratar sobre la Armada, todos sus compañeros pensaban que era la persona llamada a dirigirlos, entre otros: Presupuestos de Marina; Fuerzas Navales; Movilización de las Escalas de Marina; Ampliación de facilidades para los retiros; Pensión a las familias de los tripulantes del crucero Reina Regente; Presupuesto de la Guerra; Presupuesto de la isla de Puerto Rico; Presupuesto de la Presidencia del Consejo; Presupuesto del Ministerio de Estado; Tratados de comercio con Portugal y Noruega; Cables interinsulares; Autorizaciones arancelarías; Ordenanzas forestales; Reforma de la Ley de enjuiciamiento; Estatuas de Castelar y Moreno Nieto; Hospital de Mora en Cádiz; Suplicatorios; Carreteras; Ferrocarriles etc. etc. Como se ve su bien ganada la fama de ser un erudito en letras, un político afable y un riguroso militar, parecía estar en todas partes.

Le sobrevino el óbito el día diecinueve de mayo del año de 1925 en su casa de la capital, Madrid, contando con ochenta años de edad.

Entre las condecoraciones que estaban en su poder se pueden citar: la Gran Cruz del Mérito Naval; Cruz de la Marina de Diadema Real; Comendador de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III; Cruz y Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo; Cruz de Comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica; Cruces al Mérito Naval de Primera, Segunda y Tercera clases; Oficial de la Corona de Italia; Gran Cruz de la Orden de San Benito de Avis. Portugal; Cruz de la Orden de Leopoldo. Bélgica; Medalla de la Guerra de África; Medalla del viaje de don Amadeo I; Medalla de la Regencia; Medalla de don Alfonso XIII; título de Benemérito de la Patria e Hijo adoptivo de Chiclana.

Así mismo ocupó las presidencias entre otras asociaciones, de: Presidente honorario del Centro Obrero de Buenos Aires; de San Fernando de Artes é Industrias; Asociación benéfica de Condestables; Colegio de Practicantes de Cádiz, etc. etc. Socio de honor de las Económicas de Amigos del País de Almería y la misma de las Palmas, de la Geográfica de Almería; de Pescadores de San Pedro de Tortosa; San Carlos de la Rápita y de San Telmo de Gran Canaria. Miembro efectivo de la Real Academia ‹La Estrella de Italia› y a la Junta directiva de la ‹Liga Marítima›

Bibliografía:

Auñón y Villalón, Ramón.: Discursos pronunciados en el Congreso de los Diputados, por el contralmirante. Construcción de una escuadra. Folleto publicado por sus admiradores. San Fernando, 1905. 131 páginas.

Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1968. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 6. 1909, páginas, 1046 y 1047.

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 1. Apéndice. 1930, página, 978.

Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.

Válgoma, Dalmiro de la. y Finestrat, Barón de.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

VV. AA.: Historia General de España y América. Ediciones Rialp. Madrid, 1985-1987. 19 tomos en 25 volúmenes.

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