Categoría:Caballeros de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III

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Aquí se listarán todos los Caballeros de la Real y Muy Distinguida Orden Española de Carlos III.

Fue creada por el Rey de España don Carlos III, mediante Real cédula del día 19 de septiembre del año de 1771 con el lema en latín «Virtuti et merito», con la finalidad de premiar a aquellas personas que se hayan destacado especialmente por sus buenas acciones en beneficio de España y la Corona. Desde su creación, es la más distinguida condecoración civil que se otorga en España. Aunque en principio se encontraba en la categoría de Órdenes Militares, convirtiéndose en orden civil en 1847. Tanto la Orden como las condecoraciones que se otorgan están reguladas actualmente por un Real decreto del año de 2002, donde se fija como objetivo «recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la Nación»
La razón de su origen fue porque el Príncipe de Asturias don Carlos, llevaba cinco años de matrimonio sin hijos, por ello al nacer el primer infante quiso su abuelo, don Carlos III, dejar constancia de su gratitud a Dios —al que afirmaba haber rezado en espera de la continuidad de la dinastía— y, en especial, a la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción y de quien se declaraba el Rey un profundo devoto. Así, en la fecha señalada, cuando la nuera del rey había podido asistir al primer oficio religioso con el niño en brazos, quiso el rey promulgar las normas de concesión, nombrándose a sí mismo Gran Maestre de la Orden y fijando en sus herederos, siempre que ostentasen el título de Rey de España, el mismo tratamiento y cargo. Aunque el infante y varios hermanos murieron poco después, don Carlos III mantuvo su compromiso, si bien el número de Cruces otorgadas fue muy reducido por el pesar del monarca.
Las disposiciones de creación exigían dos requisitos: ser benemérito y afecto a Su Majestad. Se crearon dos clases: las «Grandes Cruces» y las «Pensionadas», siendo a discreción del monarca su concesión, aunque autolimitó el número de ellas a sesenta las primeras y a doscientas las segundas. En 1783 se ampliaron las órdenes a tres, con la de «Caballeros Supernumerarios», cuya importancia se situaba entre las dos anteriores. En este momento se precisaron más las obligaciones y requisitos de los titulares: debían tener pureza y nobleza de sangre hasta sus bisabuelos, conforme regulaba el Fuero viejo de Castilla y las demás normas vigentes. Los recibidos en la Orden debían jurar fidelidad a la persona del Rey, a su familia, a la protección de los bienes de la Casa Real, reconocerle como Gran Maestre, vivir y morir en la fe Católica, aceptando como indubitado el Misterio de la Inmaculada Concepción, y asistir al menos una vez al año a una misa completa y comulgar.
El Papa Clemente XIV, el día 21 de febrero del año de 1772 reconoció a la Orden mediante Bula y le otorgó beneficios religiosos, tanto a la misma como a sus integrantes, reconociendo al Gran Maestre toda la capacidad para disponer en materia religiosa sobre los miembros, incluso la absolución y la bendición apostólica. Los beneficios de los integrantes de la Orden fueron de distinta índole, ampliándose después con el Papa Pío VI.
Por Real decreto del día 26 de julio del año de 1847 se estableció el carácter exclusivamente civil de la Orden y configuró en cuatro grados. A partir de ese momento fueron solo los méritos, y no exclusivamente el afecto a la Corona y su Reina, los que determinaron el acceso.
Aunque la Orden se abolió durante unos meses coincidiendo con la Primera República, fue restablecida aún antes de la restauración borbónica en la persona de don Alfonso XII. Hasta la llegada de la Segunda República, que de nuevo suprimió la Orden, procediéndose a refundir las distintas disposiciones que regulaban las materias, y se fueron incluyendo causas para la pérdida de las distinciones.
Tras finalizar la Guerra Civil el nuevo Jefe del Estado Español don Francisco Franco Bahamonde restableció la Orden el día 10 de mayo del año de 1942 en contra del expreso deseo del heredero de la Corona española. Con la monarquía constitucional en la persona de don Juan Carlos I, la Orden se ha ido modernizando, permitiendo la incorporación de las mujeres a la misma desde el año de 1983.
Los Grados de la Orden son cinco: Collar, Gran Cruz, Encomienda de número, Encomienda y Cruz.